El allanamiento y secuestro del contenido de dos cajas de seguridad del Banco Hipotecario de Paraná, sacó a la luz una controversia surgida en torno a la sucesión de quien fuera un prestigioso bioquímico paranaense, Juan Carlos Nanni. La medida judicial fue ordenada por la jueza Patricia Yedro.
Los procedimientos se realizaron en cajas pertenecientes a Liliana Basaldúa, viuda de Nanni, quien hasta diciembre de 2013 administraba la sucesión de quien en vida fuera el titular del laboratorio de análisis clínico que funciona en el Sanatorio La Entrerriana.
La magistrada interviniente dispuso el secuestro de 200.000 dólares y documentos que involucrarían a terceros.
La causa está caratulada como “Basaldúa Liliana Beatriz/s defraudación por administración infiel”. Se originó en una denuncia penal formulada por dos de los cuatro hijos de Nanni, quienes sostuvieron que la mujer habría ocultado bienes, desviando fondos y vaciando la sucesión para perjudicar al resto de los herederos.
Trascendió que con anterioridad ya se habían allanado el domicilio de Basaldúa, el estudio de su contador y la sede administrativa del laboratorio.
Allí se incautó documentación y se estableció que otras personas podrían haber participado de las maniobras investigadas.
Luego de ello, Basaldúa renunció a la administración del juicio sucesorio y fue citada a prestar declaración indagatoria por la posible comisión del delito de Defraudación por administración infiel.