Argentina, con un gol agónico de Ángel Di María en el segundo tiempo suplementario, le ganó ayer a Suiza por 1 a 0 y avanzó a los cuartos de final del Mundial de fútbol Brasil 2014, en un dramático partido que se jugó en el Arena Corinthians de San Pablo teñido de celeste y blanco.
El rosarino Di María, a los 12 minutos del segundo tiempo suplementario, marcó el gol que puso -por tercera edición consecutiva- al seleccionado argentino entre los ocho mejores del mundo y ahora buscará un lugar en semifinales ante Bélgica, el próximo sábado desde las 13 en Brasilia.
LE COSTÓ TENER PROFUNDIDAD. El elenco nacional se plantó con un 4-4-2, que mutó en un 4-3-3 cuando atacó, asumió el protagonismo, tuvo la pelota un 60 por ciento del tiempo, pero careció de profundidad, a partir de una línea de volantes muy estática, pero fundamentalmente por el cerrojo defensivo de Suiza, que dispuso un 4-2-3-1 muy conservador.
El equipo de Sabella nunca le encontró la vuelta al partido, ya que -al igual que todo el Mundial- dependió exclusivamente de Messi, que estuvo controlado por una defensa escalonada.
Es que ni Di María por la izquierda ni Ezequiel Lavezzi por derecha (luego intercambiaron posiciones) gravitaron en el juego y Fernando Gago, como en los partidos anteriores, lució impreciso en ese primer pase que Messi necesita para sacarse rivales de encima.
Así, con un Messi anulado por la marca de la línea media suiza, Argentina se quedó sin respuestas futbolísticas para inquietar a Diego Benaglio, sumado a esto el irregular nivel de Gonzalo Higuaín, que sigue sin marcar en el torneo.
SUIZA COMPLICÓ. De hecho el equipo que dirige el alemán Ottmar Hitzfeld, mediante un par de contraataques, dispuso de dos llegadas claras, tal vez las más peligrosas del los 45 minutos iniciales.
Primero Granit Xhaka (27’) y después Josip Drmic (38’) exigieron sendas buenas respuestas de Sergio Romero. Más allá de eso, el equipo argentino tuvo sus chances, con Lavezzi (28’), Ezequiel Garay (29’) y Di María (40’), pero no fruto de un fútbol fluido.
Argentina, justamente, careció de eso, de un juego vertical para lastimar a una defensa suiza que no dio todas las seguridades, pese a que no fue exigida.
Lo más destacable del conjunto de Sabella fue la presión, donde sobresalieron Javier Mascherano en la mitad de la cancha, y Pablo Zabaleta, Garay y Marcos Rojo en defensa.
Además, el desdoble de Lavezzi, en el medio para defender y bien abierto para atacar (por la preocupación de Sabella por contener el trabajo del mediocampista Xherdan Shaqiri), dio resultado a medias, más en lo defensivo que en lo ofensivo.
Igualmente eso fue muy poco para un seleccionado que, sin dudas, tiene como objetivo el título.
CRECIÓ EN LA CANCHA PERO CHOCÓ CON EL ARQUERO. El segundo tiempo fue una continuación del primero en todo sentido, aunque se acentuó el dominio territorial de Argentina, ya que Suiza se replegó todavía más.
A partir de eso, el equipo de Sabella comenzó a inquietar a Benaglio, que estuvo brillante ante un remate Rojo (13’) y aún mejor frente un cabezazo de Higuaín (16m.).
Luego tampoco pudieron concretar Higuaín (21’), Messi (22’) y Rodrigo Palacio (29’), que reemplazó a un extenuado Lavezzi y el equipo pasó al esquema 4-3-3.
A esa altura, el dominio de Argentina era notorio y Suiza cada vez estaba más replegado. Y en ese contexto, Messi tuvo la más clara (32’), con un remate que volvió a encontrar una estupenda respuesta de Benaglio, la figura de la cancha.
EN EL FINAL CAMBIARON LA HISTORIA. Pero esa supremacía futbolística no se tradujo en el marcador y el partido fue a tiempo suplementario, donde el conjunto de Sabella tuvo varias ocasiones de gol, con sendos cabezazos de Garay (1’) y Palacio (4’), pero nuevamente respondió Benaglio.
Sin embargo Argentina, pese a ser superior, perdió el control del balón y mostró algunas grietas defensivas, que no fueron capitalizadas por Suiza, aunque siempre fue más profundo, tan es así que Benaglio le sacó nuevamente el gol a Di María (3’).
El cotejo, ya con poco brillo, se encaminaba hacia la definición con tiros desde el punto penal, hasta que Messi frotó la lámpara, habilitó a Di María, quien con un gol angelical hizo explotar a los 30 mil argentinos que hicieron sentir local al seleccionado de Sabella.
Así, Argentina ratificó la paternidad sobre Suiza, rival con el que nunca perdió y al que le ganó cinco de los siete partidos que jugó, pero que estuvo cerca del empate sobre el final con un cabezazo de Blerim Dzemaili que dio en el palo. Pero eso forma parte de la historia.
SINTESIS
ARGENTINA 1
Sergio Romero
Pablo Zabaleta
Ezequiel Garay
Federico Fernández
Marcos Rojo
Fernando Gago
Javier Mascherano
Ángel Di María
Ezequiel Lavezzi
Lionel Messi
Gonzalo Higuaín
DT: Alejandro Sabella
SUIZA 0
Diego Benaglio
Stephan Lichtsteiner
Johan Djourou
Fabian Schär
Ricardo Rodrigues
Valon Behrami
Gökhan Inler
Granit Xhaka
Xherdan Shaqiri
Admir Mehmedi
Josip Drmic
DT: Ottmar Hitzfeld
Gol: STS: 12’ Ángel Di María (A). Cambios: ST: 16’ Gelson Fernandes por Xhaka (S); 28’ Rodrigo Palacio por Lavezzi (A); 36’ Haris Seferovic por Drmic (S). PTS: 16’ José Basanta por Rojo (A). STS: al incio, Lucas Biglia por Gago (A) y 7’ Blerim Dzemaili por Mehmedi (S). Amonestados: Rojo, Di María y Garay (A). Xhaka y Fernandes (S). Árbitro: Jonas Eriksson (Suecia). Estadio: Arena Corinthians (San Pablo). Público: 63.255 espectadores.