Banfield superó a Newell’s Old Boys de Rosario, como visitante, y le impidió ubicarse como escolta y acercarse al líder River en la lucha por el Torneo Transición de Primera División. Fue 3 a 0 en el estadio Coloso Marcelo Bielsa, escenario donde se cerró la novena fecha del certamen que organiza la Asociación del Fútbol Argentino (AFA). En el prime tiempo, el eliense Ricardo Tito Noir abrió la cuenta a los 14 minutos y Walter Erviti amplió la ventaja a los 34. Ya en el complemento, el colombiano Juan Cazares liquidó el pleito sobre los 12’. La Lepra tuvo la chance de descontar a los 5’ de la segunda mitad, pero Gaspar Servio le atajó un penal a Maximiliano Rodríguez. De esta forma, el conjunto de Gustavo Raggio perdió el invicto y quedó con 16 unidades, a cinco del puntero. Por su parte, los conducidos por Matías Almeyda lograron su tercer triunfo y alcanzaron los 10 puntos en el certamen.
Ya en el tramo inicial, se notó que el conjunto de Matías Almeyda había salido muy inspirado. Oscar Ustari se convirtió en salvador al evitarles el grito al entrerriano Ricardo Noir, Juan Cazares y Emiliano Terzaghi. Así, no sorprendió que a los 14 minutos el eliense Noir definiera al ángulo desde afuera del área para abrir el marcador con un golazo.

Para colmo, el local fue perdiendo por lesiones a Diego Mateo y Marcos Cáceres. A los 34, y sin reacción leprosa alguna, Ustari salió lejos a despejar un centro desde la derecha y el rebote permitió que Walter Erviti cabeceara al segundo. Recién después, Maximiliano Rodríguez disparó cerca en la primera llegada rosarina.

En el inicio del complemento, la chance de dar señales de vida que tuvo el conjunto de Gustavo Raggio rápidamente mutó hacia una prueba más de su noche negra. Jorge Baliño cobró penal por un agarrón de Gonzalo Bettini a Leandro Fernández, y a los cinco Gaspar Servio le tapó el tiro a Maxi arrojándose a su derecha, mientras que Nicolás Tagliafico le frustró la segunda jugada a Eugenio Isnaldo.

A los 12, una mala salida del fondo dejó a Cazares mano a mano por derecha con Ustari, y no perdonó con un disparo alto para sellar la goleada. Lo que siguió estuvo de más. Apenas Isnaldo obligó a otro esfuerzo a Servio en el epílogo.

Pese al aliento de su gente, la Lepra se resignó a perder el invicto y una chance inmejorable de acortar distancias tras el empate de River, y Banfield se dedicó a saborear su velada perfecta,