El otoño llegó con todo. Como no sucedía desde hace bastante tiempo, las condiciones climáticas marcaron con contundencia el cambio de estación. Lo más notable, las frescas amaneceres, atardeceres y noches. Es un lugar que se trata de una de las más lindas épocas del año para disfrutar de Paraná, aunque no tanto para los alérgicos.
Aunque la primavera es la estación que mayor número de alergias desata en la población, la época otoñal puede provocar episodios más severos. Por estos días, al repunte lo protagoniza la alergia a los ácaros del polvo, cuyos síntomas son más agresivos y afectan a una población cada vez más joven.
En consecuencia, los resfríos, gripes, neumonía, enfermedades pulmonares y de los bronquios y faringitis son algunas de las afecciones más comunes en este período que afecta, esencialmente, a los alérgicos.
“Las dos épocas de brotes alérgicos se dan en otoño y en primavera, y la reacción a este cambio climático depende mucho de las características de cada persona y de si son alérgicos o no”, el médico clínico Raúl Kemerer.
El profesional indicó además que los síntomas de la alergia son “difíciles de prevenir”, por eso, más que prevenir hay que tener un asesoramiento correcto para saber cómo actuar ante el brote alérgico.
“Sin recurrir a corticoides, se pueden utilizar spray nasales o antihistamínicos que pueden ayudar a superar la situación”, aseguró el profesional.
La alergia es un proceso sistémico que, sin embargo, elige algún órgano para expresarse. Los síntomas varían según el órgano afectado. Puede manifestarse en la nariz, los bronquios, la piel. Con el tiempo, esa misma persona puede experimentar también crisis de asma. Esto evidencia que, ya sea en forma secuencial o simultánea, la alergia se expresa en varios órganos a la vez.