La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) extendió hasta el 31 de marzo del 2016 la obligación del uso de factura electrónica, siempre que se adhiera a ese régimen de comprobantes electrónicos. La medida se dispuso mediante la resolución general 3.793 publicada ayer en el Boletín Oficial, e indica que la extensión del plazo se debió a “las presentaciones de los contribuyentes, cámaras, federaciones, asociaciones y demás entidades que representan a los distintos sectores involucrados”.
Sostiene que en esas presentaciones, las cámaras exponían “diversas dificultades” observadas para la implementación “en tiempo y forma del régimen”, por lo que “se estima pertinente contemplar las situaciones y particularidades planteadas”.
En este sentido se inscribió el concepto expresado por el ex presidente del Consejo de Profesionales de Ciencias Económicas de Entre Ríos, Fernando Lenardón, quien enumeró algunos motivos por los cuales sus colegas de todo el país llevaron un rosario de reclamos al titular de la AFIP, Ricardo Etchegaray, quien finalmente decidió la postergación de la implementación.
“La decisión es muy importante porque antes de su implementación veíamos que el sistema de factura electrónica no funcionaba adecuadamente, sin contar que todos sabemos que en muchos lugares del país no existen nodos de Internet, y tantos otros no tiene la fluidez necesaria para la adaptación de este tipo de sistemas”, expresó el profesional.
En este marco describió que el sistema incluirá a todos los responsables inscriptos que no tenían controlador fiscal, a los que facturaban a clientes con otros CUIT, a muchas actividades que estaban hasta ahora excluidas y que quedan ahora dentro de la obligación. Así, también explicó que para aquellas empresas que tienen una facturación diaria fluida el sistema se complejizaba y era necesario adquirir un software que mejoraba la atención pero que es caro. “El programa especial permite acumular y ordenar la información que se le debe mandar a AFIP en un archivo como informe de actividad, pero estos reportes requieren la previsibilidad necesaria y ahora no estaba porque afectaba a programadores, contadores, clientes”, dijo Lenardón.
CONTROL. Entre los objetivos de AFIP se encontraban un marco de control y regulación de las actividades, pero también un mejor flujo de información entre las empresas y clientes con el organismo recaudador. Precisamente esto no estaba garantizado, y por eso, según le expresó Lenardón a EL DIARIO, el plazo previsto “viene muy bien porque nos permitirá a todos adecuarnos y aggiornarnos a la nueva normativa”.
Entre las zonas grises debe incluirse también al Estado, ya que muchos actores subordinados de Etchegaray tenían algunas dudas acerca de la implementación.
En los considerandos de la norma conocida ayer se recuerda que la resolución general número 3.749, su modificatoria y complementaria, establecían “la generalización del régimen especial para la emisión y almacenamiento electrónico de comprobantes originales, respaldatorios de las operaciones de compraventa de cosas muebles, locaciones y prestaciones de servicios”.
También incluye a “locación de cosas y de obras, y las señas o anticipos que congelen precio, para todos los responsables inscriptos en el impuesto al valor agregado”.
Ahora la normativa se hizo más lábil y AFIP entendió que “ante las dificultades dadas a conocer por contribuyentes y cámaras”, se decidió “facilitar a los contribuyentes y responsables el cumplimiento de sus obligaciones fiscales”, por lo que “resulta aconsejable flexibilizar la vigencia del aludido régimen”.
El artículo uno de la norma dice textualmente que “la obligación de emisión de comprobantes electrónicos establecida en los Títulos I y III de la Resolución General Nº 3.749, su modificatoria y complementaria, se dará por cumplida siempre que los sujetos alcanzados por la misma se incorporen al aludido régimen hasta el 31 de marzo de 2016”.
En Entre Ríos, entre otras cosas, los contadores se quejaban porque la nueva norma asustaba a los clientes que llevaban a los estudios de los profesionales no sólo sus dudas sino también toda la documentación para que ellos le facturen, y eso generaba conflictos y complicaciones porque era un servicio que no podían trasladar y complicaba los reportes de IVA y los libros que deben llevar. “Desde hace tiempo venimos trabajando en la capacitación de los colegas, pero también en la instrucción de los clientes para facilitar la instrumentación, y esta dilación hará que todos lleguemos a tiempo para marzo”, concluyó el ex presidente del Cpceer