Ya fue imputada y remitida al penal de El Borbollón una mujer que se hacía pasar por acompañante terapéutica y que estuvo a punto de matar a una anciana. Según la acusación, sería la autora de lesionar a otra, en dos hechos que ocurrieron en los últimos 30 días en Godoy Cruz y en Capital.

La investigación, que está en manos de los fiscales de Instrucción de Capital, Daniela Chaler, y de Godoy Cruz, Gustavo  Fehlmann, posibilitó que la policía detuviera a Erika Altuna, de 31 años, quien es oriunda de Entre Ríos.

Esta mujer –según consta en los expedientes judiciales– se presentó respondiendo a avisos clasificados en un medio local en dos domicilios, donde se requería personas para atender a ancianos.

Fue así como concurrió primero hasta una vivienda de calle Martín Zapata en Capital, donde debía ocuparse del cuidado de una mujer mayor.

La propuesta era con cama adentro. Ella aceptó y fue así como empezó a trabajar. Aprovechando la avanzada edad de la mujer, le suministró un potente psicofármaco que la dejó en grave estado y luego le robó sus pertenencias.

Por este hecho, fue imputada por robo agravado y lesiones graves por la fiscal Chaler, quien decidió remitirla a El Borbollón.

Más severo aún es el caso ocurrido en Godoy Cruz y siempre con la misma protagonista. Aquí, usando siempre el mismo modus operandi, entró a trabajar al servicio de una anciana de 90 años, quien es discapacitada. También en esta ocasión los familiares de la mujer a la que tenía que cuidar, le pidieron que se quedara a trabajar cama adentro. Y ella aceptó la propuesta. Durante tres días todo marchaba dentro de lo establecido.

Cuidaba de la mujer tal como lo había pedido su familia, pero al tercer día, y aprovechando que la anciana había quedado sola, trató de ahogarla con una almohada.

La mujer pese a su edad se resistió con todas sus fuerzas para evitar que la matara, pero se desmayó.

La falsa asistente entonces le robó un televisor de 42 pulgadas y luego fue al departamento del fondo, donde viven los familiares, quienes en esos momentos no estaban, y también les robó otros objetos tras lo cual se marchó.

Habría contado con un cómplice que la esperaba en un auto.

Cuando comenzaron las investigaciones el principal problema era dar con el paradero. Pero tanto insistió el personal femenino de la Unidad Investigativa de Godoy Cruz, que finalmente respondieron a una joven que pedía mantener relaciones sexuales con alguien de su mismo sexo, teniendo en cuenta las características que les había brindado la víctima.

Así fue como concertaron la cita. Entraron en confianza hasta que ella contó que trabajaba en el Hospital Central asistiendo a ancianos. Esto fue el puntapié inicial y sumado a otros datos que tenían los pesquisas, pudieron dar en la tecla: era la persona que buscaban y fue detenida en el acto.

La investigación continúa a full porque no se descarta en fuentes allegadas a la investigación que esta persona haya cometido hechos similares en otras partes del país y a ello apuntan ahora.