Un partido de tinte dramático se vio este lunes en el Paccagnella y que terminó ganando La Unión de Colón 79-76 (72-72) en tiempo suplementario ante Rocamora. El equipo uruguayense sacó en el último cuarto una diferencia de 19 puntos que, increíblemente, no supo administrar y permitió que el rival le empate el juego en el epílogo. Jeffrey Fanhbulleh fue la figura del juego, con 21 puntos y 16 rebotes.

Varios en Rocamora tendrán problemas esta noche para conciliar el sueño después de que se esfumara la primera posibilidad de conseguir el primer triunfo en la Liga Argentina. Es que el Rojo uruguayense hizo casi todos los méritos para quedarse con el triunfo pero se olvidó que el partido dura hasta el minuto 40, se relajó y La Unión le arrebató el triunfo.

El equipo de Varas mostró un gran arranque, dinámico y efectivo para ponerse 13-4 y obligar a Santander a pedir minuto. Solo el grandote Fanhbulleh complicaba a la defensa y el primer cuarto se cerró con un justo 25-18. En el segundo el trámite se ensució, a los dos les costó convertir hasta que dos triples en fila de Jovanovich le dieron al local una ventaja de 12 puntos, que luego se estiró por dos más. El primer tiempo quedó 41-29.

En el reinicio Rocamora siguió dominando las acciones y La Unión cada vez más confundido. Oportunas apariciones de Keenan Peterson fueron elevando la diferencia a favor de los de Varas; Santander, por su lado, pidió minuto y solicitó a los suyos tratar de quedar solo 12 abajo en el parcial. No fue así y el Rojo se fue arriba 60-43. En el arranque del último cuarto Peterson estiró la ventaja a 19 y de ahí se vino el caos.

Rocamora equivocó los caminos, dejó crecer al rival y encima perdió a Deck por lesión y después a Gandoy quien, junto con Parker, se fueron expulsados. Ambos tenían una antideportiva y les pitaron un técnico por un roce en el suelo. Además, Jovanovich debió salir por faltas y el panorama le favoreció a la visita. La Unión pasó al frente por uno, después Peterson lo dio vuelta pero falló a continuación dos libres.

A 10 segundos del final Mendoza clavó la igualdad y otra vez el karma. A Rocamora le quedó la bola para cerrar el juego pero la acción se ensució y hubo alargue. Con ambos equipos diezmados y en penalización la historia se resolvió desde la línea. El local estaba arriba por uno y pudo estirar con dos libres que no entraron y la visita volcó el trámite a favor por esta vía. Parece un cuento pero fue realidad.