COPA DEL REY
BARCELONA A SEMIS.
Barcelona, con el 2-1 de la ida y jugando como local, suponía no tener problemas para sellar su clasificación a las semifinales de la Copa del Rey. Pero, claro, enfrente estaba el Real Madrid, que no se iba a regalar, menos ante el histórico rival. Estos últimos dieron pelea hasta el final pero terminaron perdiendo la corona de pie.
En la primera parte, los Merengues dispusieron de más y mejores acciones para llegar al gol, pero fueron los blaugrana los que se llevaron una ventaja de 2-0 al descanso. La falla en la definición fue el principal problema del Real. A los siete segundos, Higuaín quedó solo ante Pinto tras una siesta de Piqué, pero se apuró y definió afuera. Después lo tuvieron el Pipita nuevamente, Cristiano y Ozil, en un zurdazo que rompió el travesaño y picó en la línea. Hasta que… Hasta que apareció Messi, corrió unos metros, juntó cuatro rivales y dejó solo a Pedro (ingresó por el lesionado Iniesta) para abrir el resultado.
Cuando se jugaba los minutos adicionados, llegó un zapatazo tremendo de Dani Alves al ángulo de Casillas. Todo a favor del Barsa, entonces. ¿Todo liquidado? No, ni mucho menos. Los de Mourinho vendieron cara la derrota y estuvieron a muy poquito de lograr la remontada histórica. A los 23’ de la segunda parte, Ronaldo definió muy bien y le dio vida al Real. Apenas cuatro minutos más tarde apareció Benzema (ingresó por Higuaín) para poner el 2-2, sembrar la incertidumbre, ya que con un gol más lograba el pase. Fueron casi veinte minutos en los que se vio a un equipo de Guardiola desconocido, nervioso. No le sobró nada al conjunto Culé para lograr el pase a semis. De hecho, por lo producido en el encuentro en el Camp Nou, quedó la sensación de que el Real mereció más, jugando ofensivamente, como reclamaban los hinchas.