BEBA FALLECIDA
DENUNCIAN MALA PRAXIS.
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Federico tiene 23 años y todavía no puede entender lo que ocurrió con su primogénita. Su mujer de 20 años se practicó todos los chequeos médicos correspondientes en el Centro de Salud de Médanos, donde le informaron que su fecha probable de parto iba a ser el 21 de mayo.
El tiempo transcurrió y se estiró la fecha, pero el domingo último, su mujer, Sonia, comenzó durante las primeras horas de la madrugada a tener fuertes dolores. Concurrieron al hospital y según Federico, la obstetra que los atendió le dijo que “volvieran que todavía le faltaba”.
Retornaron a su hogar y dos horas después volvieron a concurrir al Hospital porque “los dolores de mi mujer eran insostenibles, se quejaba mucho y vomitaba”. Cuando llegó “le aplicaron una inyección para que dilatara”.
Federico contó que tuvo que dejar a su mujer en el Hospital porque debía viajar a Gualeguay por cuestiones de trabajo. Horas más tarde le informaron por mensaje de texto que el parto de Sonia se había complicado.
“Antes de nacer le hicieron los controles prenatales y todo estaba muy bien, pero en el parto me dijo mi mujer que se le subían arriba de la panza y la empujaban, diciéndoles cosas como ‘si te gustó abrirte de piernas aguantate los dolores’, son injusticias que no se entienden”, relató Federico en la puerta de su humilde casa, con lágrimas en los ojos.
Respecto a la entrega del cuerpo, el joven padre contó que llegó a Gualeguaychú media hora después de finalizado el parto y “nadie supo decirme qué pasó”. “Me la dieron en una caja llena de cintas”, agregó.
“Primero quería enfriarme bien antes de hacer la denuncia, razonar las cosas que tenía que decir, todo ha sido muy difícil porque hace cinco años que estoy con mi mujer y fue una bebé muy buscada, no fue al azar, yo la esperaba con todo lo que se merecía, todavía estoy pagando la ropa que le compré con mucho amor”, indicó muy consternado.
Agregó que una de las cosas que más le molestó fue la forma en que se enteró de lo sucedido. “Recibí la noticia más dolorosa de mi vida de la peor manera, ‘tu hija está allá en una caja’, como no van a tener un poco más de respeto”, manifestó con gran indignación.
Federico señaló que todavía está analizando lo que va a hacer, “primero quiero pensar y después actuar, si me tengo que ir una semana al campo lo voy a hacer, estoy muy dolorido”. Desde el Hospital Centenario, su director Hugo Gorla, prefirió no brindar declaraciones porque “el tema ya está judicializado”.
El tiempo transcurrió y se estiró la fecha, pero el domingo último, su mujer, Sonia, comenzó durante las primeras horas de la madrugada a tener fuertes dolores. Concurrieron al hospital y según Federico, la obstetra que los atendió le dijo que “volvieran que todavía le faltaba”.
Retornaron a su hogar y dos horas después volvieron a concurrir al Hospital porque “los dolores de mi mujer eran insostenibles, se quejaba mucho y vomitaba”. Cuando llegó “le aplicaron una inyección para que dilatara”.
Federico contó que tuvo que dejar a su mujer en el Hospital porque debía viajar a Gualeguay por cuestiones de trabajo. Horas más tarde le informaron por mensaje de texto que el parto de Sonia se había complicado.
“Antes de nacer le hicieron los controles prenatales y todo estaba muy bien, pero en el parto me dijo mi mujer que se le subían arriba de la panza y la empujaban, diciéndoles cosas como ‘si te gustó abrirte de piernas aguantate los dolores’, son injusticias que no se entienden”, relató Federico en la puerta de su humilde casa, con lágrimas en los ojos.
Respecto a la entrega del cuerpo, el joven padre contó que llegó a Gualeguaychú media hora después de finalizado el parto y “nadie supo decirme qué pasó”. “Me la dieron en una caja llena de cintas”, agregó.
“Primero quería enfriarme bien antes de hacer la denuncia, razonar las cosas que tenía que decir, todo ha sido muy difícil porque hace cinco años que estoy con mi mujer y fue una bebé muy buscada, no fue al azar, yo la esperaba con todo lo que se merecía, todavía estoy pagando la ropa que le compré con mucho amor”, indicó muy consternado.
Agregó que una de las cosas que más le molestó fue la forma en que se enteró de lo sucedido. “Recibí la noticia más dolorosa de mi vida de la peor manera, ‘tu hija está allá en una caja’, como no van a tener un poco más de respeto”, manifestó con gran indignación.
Federico señaló que todavía está analizando lo que va a hacer, “primero quiero pensar y después actuar, si me tengo que ir una semana al campo lo voy a hacer, estoy muy dolorido”. Desde el Hospital Centenario, su director Hugo Gorla, prefirió no brindar declaraciones porque “el tema ya está judicializado”.