En 2013, los alumnos no podrán repetir el primer grado
Cada escuela dispondrá de un programa de acompañamiento pedagógico.
Desde 2013, los chicos que cursen el primer grado ya no podrán repetir, y para eso cada escuela dispondrá de un programa de acompañamiento pedagógico que evite el fracaso. Se procura evitar la sobreedad, que conduce al abandono de la escuela. Antes, ya se había fijado que el Jardín de Infantes tampoco se puede repetir. Habrá un plan de capacitación que buscará conseguir ese objetivo antes de 2016. Así, se intentará suprimir un estigma que deja huellas en el chico: una primera repitencia de grado es la antesala para una segunda y hasta una tercera, y ello deriva en la sobreedad. Se trata de una de las caras del fracaso en la escuela: la sobreedad indica la presencia en el aula de alumnos por encima de la edad establecida para cada año de estudio. De la sobreedad se cae en el abandono del aula. Eso es lo que apunta a corregir el Consejo Federal de Educación a partir de un acuerdo con los responsables de las carteras educativas de todo el país, que quedó plasmado en una determinación: desde el próximo año, los alumnos del nivel primario ya no repetirán el primer grado, sino que lo promocionarán en forma directa. La medida apunta a garantizar y mejorar la continuidad de las trayectorias escolares y revertir la repitencia y la sobreedad de alumnos.
El plan se aplicará de forma paulatina entre 2013 y 2016, de acuerdo al compromiso rubricado en el documento “Pautas federales para el mejoramiento de la regulación de las trayectorias escolares”.
Ya antes se había resuelto algo similar para el Jardín de Infantes: el Consejo Federal de Educación estableció que el nivel inicial es obligatorio, pero irrepetible.
Graciela Bar, presidente del Consejo General de Educación (CGE) de Entre Ríos dice que de lo que se trata es de implementar un programa de promoción asistida. “Es decir, hacer una capacitación a los docentes para que se realice un seguimiento de la trayectoria de los alumnos, y así tratar de evitas que los niños de primer grado repitan. Hay investigaciones que dan cuenta del hecho que aquellos niños que repiten una vez, repiten dos veces, y después les cuesta volver, les cuesta integrarse, por el fenómeno de la sobreedad, y eso lleva al abandono”, sostiene Bar.
De todos modos, no es la primera experiencia que se aplicará en procura de bajar los índices de fracaso en primer grado. Ya en 2008, Entre Ríos observó la seriedad del nivel de fracaso: ese año la tasa de repitencia era del 7 por ciento en toda la primaria, aunque más notoria en el primer grado, del 13,5 por ciento.
Fue entonces que se comenzó a trabajar en procura de revertir esa situación, con la aplicación de un programa en colaboración con el Consejo Federal de Educación y la asociación civil Educación para Todos. Así se puso en marcha el programa “Todos pueden aprender”.
Hasta 2011, el trabajo se concentró en 82 escuelas piloto, en donde la repitencia bajó de una media del 16,5 al 6 por ciento en primera grado. A eso, se agregó luego la creación de escuelas de jornada extendida.
Pero además, se desarrolló un programa de alfabetización inicial que también apuntó en igual sentido, de modo que ahora lo que ha dispuesto el Consejo Federal de Educación, aseguró Bar, lo que busca es unificar los distintos planes de asistencia pedagógica en uno solo. Y con un objetivo: desterrar la repitencia en el primer grado.
El texto aprobado por los responsables de Educación de todo el país, compuesto de 40 puntos, apunta a que los distritos pongan en práctica “políticas públicas intersectoriales que generen mejores condiciones para garantizar la continuidad de las trayectorias escolares de todas y todos los estudiantes”, con el objeto de revertir la repitencia y la sobreedad escolar de los alumnos.
En el punto N° 31, el documento establece que los mecanismos de promoción regirán a partir del segundo grado del nivel primario, “favoreciendo la consideración de los dos primeros años de escolaridad como un bloque pedagógico que requiere de las mayores continuidades institucionales y de enseñanza”.
Y para llegar a ese objetivo, plantea “estrategias de acompañamiento” con los chicos en el 1° y 2° grados de modo de garantizar las continuidades de enseñanza, tales como la secuenciación de contenidos al interior y entre grados, la coordinación intraciclos, la posibilidad de producir diversos agrupamientos al interior de un ciclo con fines específicos de enseñanza, la priorización de aprendizajes en el tiempo, la designación de maestros en grados clave que puedan dictar clase en primero y continuar en el año siguiente con el mismo grupo, entre otras.
Para llevar a cabo esta política, el documento también prevé la aplicación de tutorías, más horas de clase y espacios especiales. Pero agrega un dato: en el punto N° 25, el documento expresa que dejará de ser un impedimento para los niños el hecho de no haber cursado la sala de 5 del Jardín de Infantes para acceder a la escuela primaria.