PARANÁ
ASALTARON Y FINGIERON UNA EJECUCIÓN.
No es común que asaltantes que tienen como objetivo obtener dinero y alhajas de una vivienda familiar ocupen tiempo de la faena delictiva en someter a sus víctimas al tormento de un simulacro de ejecución. Menos común es que repitan con insistencia la perversa pantomima de fusilamiento, como ocurrió ayer con un matrimonio mayor de Nogoyá, al que asaltaron en su domicilio.
Todo comenzó poco después de las 15, en el barrio Lourdes, ubicado cerca de un complejo de viviendas denominado El Palomar.
Dos delincuentes lograron engañar a un hombre de 70 años, invocando el nombre de una vecina y un asunto vinculado a la Iglesia Carismática de la que son devotos, e ingresaron a la casa donde se encontraba también su esposa de 68. Una vez reducidos, los desconocidos torturaron psicológicamente durante casi una hora a los viejitos, a los que amenazaron poniéndoles el cañón de un arma tipo 22 en sus sienes y gatillando en falso en varias oportunidades, con la intención de que les dieran todo el dinero y cosas de valor que guardaban en la propiedad.
César, uno de los damnificados, manifestó públicamente que “un informante ha habido, mi señora ha retirado dinero de dos instituciones de la iglesia, y de la capilla de Lourdes. Además de otros ahorros que teníamos y algunas alhajas”.
El hombre contó que los pusieron boca abajo en el piso, les cubrieron la cabeza con un almohadón y simularon ejecutarlos varias veces.
“A mi esposa la amenazaron con cortarle un dedo con la tijera de podar”, relató, todavía conmovido por el shock de la terrible experiencia.
“Le abrimos a una sola persona, pero luego golpearon de nuevo la puerta y cuando abrí me empujaron y entró otro tipo”, relató César.
Pese a la violencia del hecho, dijo que alcanzó a ver que tenían una única arma, a la que describió como revólver “tipo 22 corto”. Después contó que los asaltantes los interrogaron para saber dónde guardaban sus ahorros y les advirtieron que si mentían respecto del lugar o de la cantidad del dinero “te matamos”.
Tormentos. Pero aunque los delincuentes hallaron poco más de 5.000 pesos, algunos dólares y unas cuantas alhajas en el preciso lugar en que le indicaron sus dueños, no se conformaron con eso, sino que siguieron atormentándolos un buen rato, como divertidos con la escena. Finalmente, utilizaron dos bufandas para maniatarlos y se dieron a la fuga.
El jefe de la Jefatura Departamental de Policía de Nogoyá, comisario mayor Víctor Pruzzo, que se están investigando muchas puntas, “sin descartar absolutamente nada”.
Además desmintió una versión que circuló en la localidad que refería a presuntos hechos similares acaecidos en las últimas horas en distintos puntos de la provincia. Al respecto el comisario aseguró que estos delitos son infrecuentes, tanto en Nogoyá como en el resto de Entre Ríos.
El comisario se reunió ayer a la noche con las autoridades judiciales de esa jurisdicción, con quienes analizó la violenta modalidad de los ladrones, puesto que la noticia de lo ocurrido pocas horas antes corrió como reguero de pólvora, causando lógica indignación y un airado e inmediato reclamo de pronto esclarecimiento, que se exteriorizó a través de los medios de comunicación.
Los investigadores, luego de escuchar algunos detalles de boca de las víctimas, presumen que existió de parte de los asaltantes una mínima tarea de inteligencia, como para conocer detalles de las costumbres del matrimonio, pero también signos de improvisación, por lo que creen que serían delincuentes de “baja estofa