TENIS US OPEN.
PERDIO DEL POTRO.
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Juan Martín del Potro hizo todo cuanto estaba a su alcance y no pudo, aunque no tuvo nada para reprocharse. En su sueño de alcanzar las semifinales del US Open, cayó en 3h6m por 6-2, 7-6 (3) y 6-4 con Novak Djokovic, que lució como en sus mejores momentos, contundente y súper veloz en ataque, elástico y rapidpisimo de reflejos en defensa. En un inmenso estadio Arthur Ashe que tuvo 23.000 espectadores, el tandilense ensayó casi todo, dejó el alma en cada latigazo, estuvo a la altura de la exigencia, pero chocó contra un muro infranqueable. El serbio y defensor del título se medirá mañana con el español David Ferrer, buscando alcanzar la final. Del Potro, en tanto, intentará hacerse ver la muñeca dolorida y ponerse a pensar en la Copa Davis ante República Checa. Es que el circuito no da tregua.
Como le sucedió en los comienzos de los partidos que disputó en este torneo, Del Potro tuvo un arranque de menos a más; eso se notó sobre todo en el servicio, rápidamente atacado por Djokovic (Nole sacó de manera contundente, con un 85% de puntos ganados con el primer servicio ante el 54% de Delpo). El serbio se movió a sus anchas dentro de un juego veloz; más cómodo en esa vorágine, se equivocó menos y aprovechó para tomar ventajas. Con paciencia y precisión, llevó el desarrollo a su nivel y se adueñó del primer set con facilidad por 6-2, en 39 minutos.
En el segundo set, había que ver si Djokovic podía mantener el ritmo del comienzo y la respuesta la dio Del Potro, con un comienzo arrollador en el que ganó diez puntos seguidos, con el primer quiebre del partido; con más precisión en sus envíos, el argentino comenzó a acorralar y a hacer valer su potencia, además de pegar con más soltura. El número 2 reaccionó para evitar un doble break y tuvo una ocasión para recuperar el quiebre, pero Delpo salvó su servicio con un derechazo fulminante. El tandilense tendría luego la chance de sacar por el set (5-4), pero Djokovic, a pura elasticidad, defendió hasta el límite de lo imposible, acertó un par de flejes y forzó las equivocaciones del argentino para el 5-5.
Y entonces llegó el mejor tramo del partido; los dos intuyeron que en el epílogo del segundo set podía estar la llave de la semifinal; Djokovic, ya otra vez a pura intensidad, mantuvo su saque y presionó sobre el servicio de Delpo; el argentino dio batalla en un game de saque larguísimo (17 minutos); lo tuvo Nole, con tres set-points que el de Tandil salvó con ángulos extremos, y al fin, consiguió forzar el desempate. Delpo comenzó el tie-break 2-0, pero se le empezó a ir de las manos con un derechazo largo que Djokovic desafió con un challenge; enseguida, los dos protagonizaron un noveno punto espectacular, en el que Delpo defendió hasta que su globo se fue largo y, enseguida, Nole completó la faena con un revés imparable, a un ángulo imposible, para sacar dos sets de diferencia.
La definición del segundo parcial fue algo así como una pulseada mental entre dos campeones. La ganó el serbio e hizo añicos el ánimo del tandilense. El tercer set no tuvo la misma intensidad de los primeros, pero de todos modos Del Potro se negó a rendirse; a despecho de un quiebre prematuro, ofreció batalla hasta el final, a la espera de una oportunidad, que llegaría en el cuarto game, pero que no pudo aprovechar; luego Djokovic supo mantener la diferencia. En el último game, como prueba de su esfuerzo, ganó un punto de altísimo nivel (se ganó la ovación de todos los espectadores), pero no fue suficiente ante un adversario que, en los momentos cruciales, no perdonó.
Así como hace sólo unas horas le tocó retirar a un ex campeón (Andy Roddick), esta vez lo invadió la frustración ante un rey dispuesto al máximo esfuerzo para retener su corona. El serbio deberá enfrentarse con un gladiador, con Ferrer, que volvió a sorprender por su espíritu combativo. Ayer, tras luchar durante cuatro horas y media, derrotó al serbio Janko Tipsarevic por 6-3, 6-7 (5), 2-6, 6-3 y 7-6 (4). Es la segunda vez que Ferrer alcanza las semis del US Open.
Como le sucedió en los comienzos de los partidos que disputó en este torneo, Del Potro tuvo un arranque de menos a más; eso se notó sobre todo en el servicio, rápidamente atacado por Djokovic (Nole sacó de manera contundente, con un 85% de puntos ganados con el primer servicio ante el 54% de Delpo). El serbio se movió a sus anchas dentro de un juego veloz; más cómodo en esa vorágine, se equivocó menos y aprovechó para tomar ventajas. Con paciencia y precisión, llevó el desarrollo a su nivel y se adueñó del primer set con facilidad por 6-2, en 39 minutos.
En el segundo set, había que ver si Djokovic podía mantener el ritmo del comienzo y la respuesta la dio Del Potro, con un comienzo arrollador en el que ganó diez puntos seguidos, con el primer quiebre del partido; con más precisión en sus envíos, el argentino comenzó a acorralar y a hacer valer su potencia, además de pegar con más soltura. El número 2 reaccionó para evitar un doble break y tuvo una ocasión para recuperar el quiebre, pero Delpo salvó su servicio con un derechazo fulminante. El tandilense tendría luego la chance de sacar por el set (5-4), pero Djokovic, a pura elasticidad, defendió hasta el límite de lo imposible, acertó un par de flejes y forzó las equivocaciones del argentino para el 5-5.
Y entonces llegó el mejor tramo del partido; los dos intuyeron que en el epílogo del segundo set podía estar la llave de la semifinal; Djokovic, ya otra vez a pura intensidad, mantuvo su saque y presionó sobre el servicio de Delpo; el argentino dio batalla en un game de saque larguísimo (17 minutos); lo tuvo Nole, con tres set-points que el de Tandil salvó con ángulos extremos, y al fin, consiguió forzar el desempate. Delpo comenzó el tie-break 2-0, pero se le empezó a ir de las manos con un derechazo largo que Djokovic desafió con un challenge; enseguida, los dos protagonizaron un noveno punto espectacular, en el que Delpo defendió hasta que su globo se fue largo y, enseguida, Nole completó la faena con un revés imparable, a un ángulo imposible, para sacar dos sets de diferencia.
La definición del segundo parcial fue algo así como una pulseada mental entre dos campeones. La ganó el serbio e hizo añicos el ánimo del tandilense. El tercer set no tuvo la misma intensidad de los primeros, pero de todos modos Del Potro se negó a rendirse; a despecho de un quiebre prematuro, ofreció batalla hasta el final, a la espera de una oportunidad, que llegaría en el cuarto game, pero que no pudo aprovechar; luego Djokovic supo mantener la diferencia. En el último game, como prueba de su esfuerzo, ganó un punto de altísimo nivel (se ganó la ovación de todos los espectadores), pero no fue suficiente ante un adversario que, en los momentos cruciales, no perdonó.
Así como hace sólo unas horas le tocó retirar a un ex campeón (Andy Roddick), esta vez lo invadió la frustración ante un rey dispuesto al máximo esfuerzo para retener su corona. El serbio deberá enfrentarse con un gladiador, con Ferrer, que volvió a sorprender por su espíritu combativo. Ayer, tras luchar durante cuatro horas y media, derrotó al serbio Janko Tipsarevic por 6-3, 6-7 (5), 2-6, 6-3 y 7-6 (4). Es la segunda vez que Ferrer alcanza las semis del US Open.