DIEGO MARADONA.
A 17 AÑOS DE SU ULTIMO PARTIDO.
Un lluvioso día de octubre albergó el último encuentro como jugador profesional de Diego Maradona.
Ocurrió un sábado 25 de octubre de 1997, cuando el 10 vistió la camiseta de su querido Boca que, bajo un verdadero diluvio, le ganó a un clásico a River 2 a 1, en el Monumental de Núñez.
El Xeneize, dirigido en ese entonces por Héctor Veira, disputaba mano a mano con el de Ramón Díaz el título del Apertura de esa temporada. Por eso, ese encuentro de la 10ª fecha revestía características de crucial para la posterior definición del campeonato.
Maradona, con casi 37 años, entregaba con la casaca azul y oro (la misma en la que había brillado en 1981, antes de su excursión por Europa) sus últimos destellos de crack.
El desempeño de Diego, afectado por una contractura muscular, fue discreto y Veira lo reemplazó al finalizar el primer tiempo por un joven que transitaba sus primeros pasos en el fútbol profesional: Juan Román Riquelme.
En el partido en sí, River se puso en ventaja a los 40’ del primer tiempo, por intermedio de Sergio Berti. Apenas comenzado el complemento, Julio César Toresani estableció el 1 a 1 provisorio. Y cuando promediaba la segunda parte, Martín Palermo, con un cabezazo, convirtió su primer gol en un superclásico y le dio la victoria al visitante.
Un par de días después de haber jugado en el Monumental, Maradona anunció su retiro de la actividad profesional. Argumentó sentirse “perseguido” por los controles antidoping que le practicaban no solo desde la AFA sino también por órdenes judiciales, a partir de la presunción de consumo de las llamadas drogas sociales.
Entonces, Diego se reunió con sus padres en la casa de Villa Devoto y, tras una larga charla, comunicó en declaraciones radiales que había llegado la hora del adiós.
“Me voy. No aguanto más. Este retiro es definitivo”