CONCORDIA.
APARECIO UN CADAVER EN UN ARROYO.
Este martes pasado el mediodía, personal de comisaría Benito Legerén de Concordia intervino ante la aparición de un cuerpo humano sin vida en las aguas del arroyo Yuquerí Chico. Fue descubierto por pescadores que lo vieron flotando en la superficie a unos 600 metros aproximadamente de la desembocadura del arroyo en el río Uruguay.
Orientándose por una campera con la inscripción de una pinturería, la policía logró establecer que el occiso fue identificado como Daniel Ricardo Gamarra (de 58 años de edad) quien afrontaba un estado de depresión por la reciente separación de su pareja, por lo cual estaba medicándose con depresores del sistema nervioso.
Una vez descubierto el cuerpo se solicitó la presencia de las autoridades judiciales y peritos de División Criminalística para levantar los rastros que evidenciaran las circunstancias del caso.
Como primera medida con la ayuda de un pescador de la zona se extrajo el cuerpo de las aguas, y a través del examen médico no se observó ninguna lesión externa de origen violento.
Como la víctima no tenía documentación que acreditara su identidad, se decidió extirparle dos falanges para tratar de cotejar sus rastros decadactilares con las fichas prontuariales de personas identificadas en Jefatura Departamental, en virtud que no se registraba ninguna localización ni desaparición de persona dentro del tiempo prudencial que llevaba el cuerpo inmerso en el agua.
Con el paso de las horas se fue cerrando la verdadera identidad del cadáver, al realizar averiguaciones en una pinturería céntrica, ya que la persona tenía puesta una campera con las inscripciones publicitarias de una razón social, donde se estableció que allí trabaja el yerno del fallecido, quién brindó detalles de las circunstancias que rodeaban el hecho.
De allí surge que Gamarra se retiró de su domicilio de calle Ricardo Rojas al 1800 el pasado viernes por la noche, con supuesto destino a la ciudad de Villa Elisa donde supuestamente se iba a trabajar y radicar. Es por ello que desde su ámbito familiar nunca se sospechó de semejante tragedia, por ende no se había realizado exposición solicitando su paradero.
Entre los bolsillos del hombre ahogado se encontró un blister de tres pastillas (Novazolan 1 miligramo) y más allá de la explicación de sus familiares la Justicia dispuso la realización de la correspondiente autopsia, la cual confirmó que el deceso fue asfixia por inmersión.