CLIMA.
LLUVIAS NORMALES AÑO 2013.
El Instituto de Clima y Agua, dependiente del INTA, pronosticó para este año débiles condiciones para el desarrollo del fenómeno climático conocido como "El Niño", por lo que previeron un panorama de lluvias moderadas. "Los modelos de predicción internacionales hacen referencia a que no se concretará la fase El Niño que anunciaban los pronósticos a mediados del año pasado", explicó Pablo Mercuri en diciembre de 2012, director de Clima y Agua del instituto. “Es lógico replantear entonces los pronósticos de lluvias superiores a lo normal que se esperaban para el verano-otoño, cuya probabilidad disminuye claramente”, agregó.
Sin embargo, el Instituto Internacional de Investigación para el Clima y la Sociedad (IRI), señaló que “la importante oferta de lluvia en algunas zonas del país en el último periodo y las intensas tormentas registradas, no se relacionan con el fenómeno El Niño, sino con otros factores como el calentamiento que se observa en el Atlántico Sur cerca de la costa uruguaya.
Otros informes meteorológicos de distintos organismos estatales, describen situaciones levemente diferentes, pero en ninguna de ellas se advertía sobre la posibilidad de lluvias tan intensas como las que se produjeron durante esta semana.
En cuanto a temperaturas, la Organización Meteorológica Mundial pronostica que las temperaturas promedio subirán una décimas más que las de 2012, el cual fue uno de los 9 años más cálidos del registro que data desde 1850.
La culpa de la construcción descontrolada
Los expertos, en general, opinan que las inundaciones de las ciudades de Buenos Aires y La Plata se deben principalmente a la indiscriminada construcción edilicia, la falta de áreas verdes y la impermeabilización causada por el pavimento, además de que ambas ciudades fueron construidas sobre arroyos y ríos.
El ambientalista Osvaldo Guerrica Echavarría señaló que "todas las bases de las torres se convierten en impedimientos para que escurran las aguas. Son 20 ó 30 metros impermeabilizados hacia abajo. Sobre la costa de Buenos Aires, hay una barrera de torres, que constituye un dique al escurrimiento subterráneo de las aguas hacia el Río de la Plata”. Por su parte, la directora del departamento de Ciencias de la Atmósfera y los Océanos de la UBA, Matilde Rusticucci, apunta que los fenómenos climáticos ocurridos los primeros días del mes, se ubican “en el contexto de cambio climático global con un aumento de la intensidad y frecuencia de precipitaciones extremas".
Según sus estudios, “estos fenómenos vinieron para quedarse y hay que prepararse para enfrentarlos. Hay que establecer un sistema de alertas que comienza con el parte meteorológico que debe llegar a la población”, así como un protocolo de acción para tales ocasiones. “Se deben tomar medidas estructurales para adecuar las ciudades a este nuevo régimen de lluvias extremas”, señala. Por otra parte, hizo una directa mención a lo que considera uno de los grandes errores visualizados tras la tragedia: la falta de comunicación entre los expertos, funcionarios y políticos. La académica es quien dirige a los científicos más capacitados sobre el tema en la Argentina.
Las lluvias extremas serán normales
Mientras que gobernantes y científicos de agencias oficiales y privadas cuestionan los efectos del llamado cambio climático, una reciente investigación de la Universidad de Harvard, financiada por la CIA, describe el fuerte impacto de estos fenómenos extremos como “cuestiones de seguridad nacional”.
El profesor Michael McElroy señaló que tormentas, lluvias y huracanes son los tentáculos del calentamiento global. Subraya que esto producirá un “nuevo clima normal” para el que el mundo no está preparado. Sobre la intensidad de las tormentas afirmó que se debe a que a nivel global se acumula más vapor de agua en la atmósfera, por lo que las tormentas sueltan más agua. Su lacónica conclusión fue que estos fenómenos climáticos extremos se incrementarán con el paso del tiempo.