NOGOYA NENA ABANDONADA.

La justicia de Nogoyá debe investigar de oficio si en el hecho existió algún delito y si hubo otros participantes en el caso de la chica que dejó a su hija recién nacida en una iglesia. Pero además la historia fue un sacudón para la sociedad de una localidad que presiona para que se deslinden responsabilidades, con opiniones enfrentadas. Por eso se imputó a la menor y fue citada a la declaración, en la cual se abstuvo.
Luego de que la adolescente de 17 años se presentara como la madre de la beba, bautizada como Milagros del Carmen, se realizaron medidas sanitarias y judiciales. La Fiscalía de Nogoyá (a cargo de Agustín Gianini y el auxiliar Federico Uriburu), el viernes por la mañana abrió la investigación penal preparatoria y solicitó un examen ginecológico, autorizado por el juez de Garantías, y se reunieron algunos testimonios.
El lunes la chica fue citada a la declaración de imputada, donde fue asistida por el defensor oficial José Daniel Casas Gerber e hizo uso de su derecho de abstenerse a declarar.
Concretamente, la Fiscalía investiga si se cometió el delito de Abandono de persona en grado de tentativa, ya que si bien la beba fue encontrada por la mujer que realizaba tareas de limpieza en la iglesia, pudo no haber sido advertida, y podría haber corrido algún riesgo.
Además, según indicaron fuentes judiciales, no se sabe si la chica fue a dejar a su hija sola, acompañada o presionada por otra persona, familiar o no, por lo cual también podría existir un cómplice o autor del abandono. Más aún habiéndose confirmado que se trató de un parto casero, que podría haberse realizado con la asistencia de un tercero.
Pero como casi todos los testigos fundamentales son familiares directos de la joven, ellos no pueden declarar en su contra, por lo cual se estima que no serán muchos más los elementos a reunir en la investigación.
Mientras por el lado de la Justicia Civil se evalúa cuál debe ser el destino de la beba se practicarán las medidas periciales correspondientes para evaluar y determinar si la madre se encuentra en condiciones de criar a la niña.
Con respecto al padre de la beba, la joven dijo en la Justicia quién era, por lo cual el muchacho fue buscado, se presentó y lo admitió. Ambos ya tienen una hija en común, de dos años, que cría la madre. De todos modos, desde la defensoría se solicitó que se practique una prueba genética de ADN para confirmar la maternidad y la paternidad de la beba, así como también se pidió que la beba esté con la familia biológica, lo cual deberá decidir el juez.
Como se recuerda, el 24 de mayo la beba fue abandonada y encontrada en el baño de la Basílica Nuestra Señora del Carmen, en Nogoyá. El sacerdote encargado del templo dio intervención a la Policía y la menor fue internada en el hospital de esa localidad.
La Fiscalía llegó a la madre a partir de un testigo que no pudo sostener por completo su declaración, lo cual llevó a una vecina de la joven que tenía conocimiento del embarazo de la chica. A esta señora le extrañaba la forma en que la chica se vestía, le preguntaba si estaba embarazada pero la joven se lo negaba, hasta que un día le confesó la verdad.
Aquella semana, la vecina, al ver a la adolescente más flaca, sin panza, en medio del contexto de la noticia de la beba abandonada, sospechó que era ella la madre. Así fue que los investigadores citaron a la chica a Tribunales, quien se quebró y pidió por la tenencia de su hija.

Habló el abuelo
“De mi parte voy a dar todo para que las cosas queden claras y esto termine de la mejor manera” dijo Héctor, el padre de la joven y abuelo de Milagros del Carmen, en declaraciones a Radio La Voz de Nogoyá.
El hombre pidió a quienes opinan sobre el tema que tengan prudencia y “no hablen por hablar”. Agradeció el apoyo y las donaciones recibidas. ”Conozco a mi pueblo desde que nací y a toda la gente que está colaborando con Milagros del Carmen y mi familia, les quiero agradecer. Mi familia es una familia laburadora y la realidad es que acá se precisan muchas cosas para que Milagros esté lo mejor posible con su familia”, afirmó el abuelo, quien dijo que no sabía del embarazo de su hija.