INCREIBLE TENIA UN ESCARBADIENTES EN EL CORAZON.
OPERACION EN EL HOSPITAL FERNANDEZ.
Un hombre oriiundo de Corrientes sufría desde enero pasado fiebre, pérdida de peso y tos con sangre. Los médicos que lo atendieron no pudieron encontrar la causa de su malestar. Cuando se trasladó a Buenos Aires, luego de muchos estudios, se dieron cuenta de que tenía un objeto clavado en el corazón, y una vez que operaron se encontraron con algo llamativo: se trataba de un escarbadientes.
Horacio Rodriguez Videla, de 42 años, fue en enero de este año a un hospital de Corrientes porque tenía fiebre alta. Allí le recetaron un medicamento ya que creían que tenía un principio de neumonía. Como no mejoraba y los síntomas empeoraban, empezó a bajar de peso.
Por ello, Videla decidió viajar a Capital Federal y atenderse en el Hospital Fernández. Allí le hicieron algunos estudios y encontraron que había una infección que venía desde el corazón. Durante dos meses le cambiaron los medicamentos pero nada lo mejoraba.
A principios de octubre, después de que los remedios limpiaran la infección del corazón, los médicos pudieron ver que había un objeto extraño clavado allí y entonces optaron por operarlo.
“Cuando lo vi en la radiografía pensé que se trataba de un catéter que se había quedado ahí desde alguna otra intervención. Lo increíble fue cuando lo operamos. Primero sacamos toda la sangre del corazón y entonces se vio claro. Era un escarbadientes”, cuenta a Clarín el jefe de cirugía cardiovascular del hospital Fernández, Fernando Cichero.
El profesional agrega que primero lo tomó con la pinza y luego lo apoyó en una mesa, para que el resto del equipo que realizaba la operación lo viera. Nadie lo creía: “Después lo partí a la mitad y me preguntaron: '¿Qué hay adentro?'. 'Madera, ¿qué va a haber?', les respondí”.
Cichero, detalla que cuando el paciente despertó y le contaron la noticia, se empezó a reir y admitió haber comido “un montón de picadas con amigos para despedir el año”. “El elemento pudo haber entrado por el esófago o por la vena cava inferior y de ahí a la aurícula derecha, que va directo al corazón. Es algo único”, relata el cirujano.
El médico sólo encontró un antecedente similar en China, en 2011: “Se lo comenté a todos mis colegas argentinos y de otras países y nadie nunca había visto o escuchado algo así. Estoy seguro que a mí esto nunca me va a volver a pasar”