La eliminación de la violencia contra los niños y niñas para convertirse en una prioridad necesita grandes cualidades políticas y un gran apoyo de la sociedad civil

La República Argentina no cuenta con información cuantitativa ni cualitativa que aporte a un conocimiento real y profundo de las problemáticas de violencia, abuso y explotación de niños, niñas y adolescentes, pero los datos estadísticos de pobreza, educación, salud, trabajo infantil analizados desde la perspectiva de derechos vulnerados, visibilizan la verdadera situación de riesgo en que se encuentran las niñas, niños y adolescentes, siendo las principales causas de muertes en la población de 5 a 17 años los accidentes, suicidios y agresiones.

En las zonas de fronteras tanto internacionales como interprovinciales, la densidad de población de las localidades aumenta, alcanzando niveles de hasta un 21.5% de la población viviendo bajo la línea de la pobreza, siendo este uno de los motivos por el cual el trabajo infantil se presenta como estrategia de supervivencia para las familias.

La Secretaría de Derechos Humanos de Nación, desde el inicio de la actual gestión de gobierno (año 2003), ha comenzado a dar prioridad a las problemáticas que requieren de protección especial, incluyendo los crímenes contra niños, niñas y adolescentes.

Se detecta y reconoce que son los y las adolescentes quienes se encuentran mayoritariamente en esta situación.Los casos de niños y niñas más pequeños se detectan en menor medida. Se identifican las diversas formas de explotación sexual, adolescentes en situación de prostitución en general explotados/as por un proxeneta con quienes en la mayoría de los casos se establece un vinculo afectivo, son muchas veces sus “novios”, “amigos”, que ofrecen contención, afecto y un techo donde dormir a cambio de explotarlas. Se identifica pornografía infantil, se han detectado casos en establecimientos escolares donde adolescentes son engañadas con ser presentadas en medios publicitarios de argentina para iniciar una carrera de modelaje o adolescentes en situación de calle son abordadas por personas que pagan por fotografiarlas. En lo que respecta al turismo sexual se identifican casos en las zonas turísticas del este del país y zona del litoral, dado que es un polo turístico importante por la presencia de aguas termales. Por último se han detectado rutas de trata interna e internacional siendo la frontera con Argentina en el litoral del país un punto de gran vulnerabilidad. Se han detectado casos de adolescentes uruguayas, portorriqueñas, misioneras, santafesinas explotadas en prostíbulos de la región de Entre Ríos.LA SOLUCIÓN AL PROBLEMA

Para poder trabajar el tema, nos posicionamos desde el enfoque de derechos que se ha constituido en una nueva forma para la comprensión del bienestar de los seres humanos y su desarrollo. Representa una ética para orientar el trabajo y la acción social y, las acciones que se impulsen para la atención integral de la niñez y la adolescencia, así como en el comportamiento en la vida personal, profesional y en la dinámica de las instituciones y organizaciones.

Subsanar los vacíos que existen: En primer lugar, existe escaso conocimiento sobre los factores que provocan la vulnerabilidad y los factores preventivos dentro de las familias rurales y urbanas. En segundo lugar, como los cambios en los factores culturales son lentos y requieren de una respuesta sostenida para modificar la opinión de la gente, seguir impulsando la voluntad política para promover cambios sostenibles de las actitudes culturales hacia dicho problema.

En tercer lugar, existe escaso conocimiento y una actitud permisiva por parte de las familias, por lo que se pueden implementar actividades preventivas como:

Implantar centros de servicio social y sesiones de información.

Implantar mecanismos de alerta tales como líneas telefónicas o Sitios Internet destinados a recoger quejas motivadas por abusos sospechados o reconocidos y a participar en charlas con los jóvenes.

Fomentar las colaboraciones entre padres, vecinos/as, maestros/as, policía y otras autoridades locales con el fin de asegurar la seguridad de los niños y las niñas.

Apoyar a los trabajadores y trabajadoras sociales que acompañan a las niñas y los niños con discapacidades o que tienen necesidades específicas.

Hablar con los niños y las niñas cuando se planifiquen los programas destinados a eliminar el abuso y la violencia.

Organizar reuniones públicas para abordar el tema de la prevención e invitar a los niños y niñas a participar.

Informar a los chicos y a los hombres sobre la violencia contra las mujeres, la toma de conciencia permitiría poner término al círculo de abusos contra los niños.