En medio del festejo, dos grupos de adolescentes comenzaron a pelearse y el conflicto siguió en la calle, donde hubo intercambio de disparos de armas de fuego.
Fue allí donde el chico de 13 años recibió el disparo que ingresó en su cabeza, provocando el estado de gravedad del cual no salió. Fue trasladado al Hospital de Niños San Roque, donde anoche un equipo especial ablacionó sus órganos.
El caso recayó en el Juzgado de Instrucción número 7, a cargo del Dr. Elvio Garzón. Durante toda la jornada de ayer se recabaron testimonios de testigos del sangriento hecho.
Se habrían colectado también evidencias balísticas que dan cuenta de que ambos grupos antagónicos –todos menores– efectuaron disparos.
Asimismo, se investigan los hechos a través del seguimiento de las redes sociales, especialmente Facebook, a través de las cuales estos grupos venían incitándose a la violencia. Fue así que del mundo virtual pasaron al real, armas en mano.