Vale la vida de una persona 2500 pesos? Ese es el precio que le pusieron a María de los Angeles “Marita” Verón cuando la vendieron sus captores en Tucumán. Del requerimiento a elevación a juicio surgió este dato, que da cuenta de la suma que pidieron los desalmados que la tenían en su poder. Sus captores realizaron un transacción que en la economía informal deja “una ganancia pura o neta”, solo que lo que estaban comercializando era una persona. Gracias a la fundación “María de los Angeles” que organizó la madre de Verón, Susana Trimarco, en la búsqueda de su hija, muchas otras mujeres jóvenes que habían sido raptadas y vendidas, pudieron salvarse del mismo cruel destino al ser rescatadas; pero hay otras tantas que todavía siguen en las garras de los esclavistas del siglo XXI. La causa de que este infame comercio persista y prospere tiene sus raíces en el desinterés de la mayoría de la sociedad y en la complicidad de algunos sectores con la trata de personas, ya sea con fines de esclavitud sexual o laboral. Habría que preguntarse qué sectores de la sociedad acompañaron a la madre de Marita en su lucha desigual contra los criminales que se llevaron a su hija. Sin duda no estuvo totalmente sola, ¿pero quiénes fueron los que la acompañaron? A María de los Angeles Verón se la vio ejercer la prostitución esclavizada en prostíbulos de La Rioja, locales que siguen funcionando, ya que solamente se les han cambiado los nombres. El proceso tiene 42 cuerpos, 8400 fojas y 154 testigos, lo que da la pauta de que se ha trabajado para reunir todos los datos y pruebas que permitieron esta elevación a juicio, sin embargo, Marita no aparece. Y esa es la exigencia de su madre: “que Marita aparezca con vida”. Ante la enormidad de este hecho criminal, flaca ha sido la ganancia de sus captores si realmente reciben la pena que se merecen: apenas 2500 pesos.