La Cámara en lo Penal deberá resolver la apelación de la defensa del esposo de la dueña de una farmacia de Paraná, procesado por el supuesto delito de lesiones, a raíz de la denuncia de un inspector de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) que aseguró que al ir al local a realizar una notificación fue echado del lugar a golpes de puño.
El hecho ocurrió el 23 de marzo del año pasado, en un negocio de avenida Ramírez de Paraná. Según la denuncia del inspector, a llegar a notificar a la dueña del comercio de una audiencia de descargo por una serie de presuntas infracciones (existencia de empleados no registrados, falta de exhibición de comprobantes), fue atacado por el esposo. Por ese motivo fue hasta la comisaría 13ª a realizar la denuncia formal, que dio inicio a una causa en el Juzgado de Instrucción Nº 6 de Paraná.
Además de los dichos del inspector, en la causa hay una constatación médica de una lesión de la mucosa yugal (pared interna de las mejillas), tumefacción en el labio superior y dolor en los glúteos.
La jueza de Instrucción Marina Barbagelata dictó el auto de procesamiento del imputado –de apellido Griffa–, y aunque reconoció que “si bien la lesión como resultado de la conducta típica no resulta de relevancia, su mínima gravedad se enmarca en un contexto de agresión a un funcionario público en ejercicio”, el hecho “atribuido debe ser calificado como delito de lesiones” previsto en el artículo 89º del Código Penal.
El defensor de Griffa, Roberto Lerena, apeló el procesamiento, y la causa está en la Cámara Penal.
El abogado resaltó que “no se constataron las lesiones que se publicaron en su momento por la prensa. Se habló de pérdida de piezas dentarias y otras cuestiones que no se comprobaron”, explicó Lerena, y aseguró que su defendido declaró en la causa y explicó que echó del local al inspector porque “había hecho llorar a su mujer”. También destacó que no existe ningún proceso por evasión contra su cliente ni su esposa