La misma fue desarrollada por investigadores en Suecia y Estados Unidos y presentada durante la conferencia Frontiers in CardioVascular Biology (Fronteras en Biología Cardiovascular) organizada por la Sociedad Europea de Cardiología (ESC) en el Imperial College de Londres.
Tal como explicaron los científicos, los estudios con animales demostraron que las inyecciones de anticuerpos lograron evitar la acumulación de grasa en las arterias.
Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en el mundo. Cada año mueren a causa de ellas más de 17 millones de personas, principalmente en los países de bajos y medianos ingresos.
La ateroesclerosis se produce cuando la acumulación de grasa en las arterias provoca un estrechamiento y reducción del flujo de oxigeno al corazón, lo que puede conducir a un infarto.
Actualmente, las estrategias de prevención de ateroesclerosis están basadas casi exclusivamente en la reducción de los factores de riesgo, como los niveles altos de colesterol, el control de la presión arterial y glucosa en la sangre.
Pero ahora se están probando varias vacunas para combatir ese riesgo atacando la causa principal.
Tal como explicaron los científicos, los estudios con animales demostraron que las inyecciones de anticuerpos lograron evitar la acumulación de grasa en las arterias.
El profesor Jan Nilsson de la Universidad de Lund, quien está dirigiendo una de las investigaciones, explicó que las pruebas han demostrado que los anticuerpos pueden alterar la forma como el sistema inmune reacciona a los depósitos de grasa en las arterias. Esto reduce la inflamación y la severidad de la acumulación.
Según el investigador, si se confirman los resultados en humanos una vacuna podría estar disponible en los próximos cinco años.
"Los tratamientos actuales sólo reducen en 40 por ciento el riesgo de que un paciente desarrolle enfermedades cardiovasculares" afirma el científico.
"Aunque estos resultados son alentadores, no debe olvidarse que casi 60 por ciento de estos trastornos continúan ocurriendo" agrega. "Las personas que están en riesgo de infarto al miocardio probablemente serán los primeros candidatos para probar este nuevo enfoque inmunológico".
"Como estos tratamientos son medidas preventivas totalmente diferentes, podrán ser utilizadas junto con las actuales terapias", dice el profesor Nilsson.
La vacuna, que está siendo desarrollada conjuntamente con Prediman Shah del Instituto de Corazón Cedars-Sinai, en Los Ángeles, logró en experimentos con ratones reducir en entre 60 y 70 por ciento la acumulación de grasa en las arterias de los animales.
Según los científicos actualmente se están desarrollando dos versiones del tratamiento usando los mismos materiales, una inyección y un espray nasal.
Y también están trabajando en un enfoque para inyectar directamente anticuerpos para combatir el llamado colesterol malo (lipoproteína de baja densidad o LDL) en la sangre, el cual forma la base de los depósitos de grasa en las arterias.
"El fundamento es que ya que el LDL juega un papel muy importante en el desarrollo de placas ateroescleróticas y los dañinos procesos inflamatorios, combatiendo directamente el LDL deberá evitar la formación de placas y reducir la inflamación" explica el profesor Nilsson.
Los resultados de los estudios preliminares presentados en la conferencia mostraron que el anticuerpo redujo en 50 por ciento las placas de grasa y fue bien tolerada en los 80 voluntarios sanos que participaron.
Tal como señalaron los investigadores actualmente se está llevando a cabo la segunda fase de los ensayos clínicos en 20 centros médicos de Estados Unidos y Canadá.