Ayer se inició el juicio al oficial Ángel Medina, procesado por falsear actas oficiales que llevaron a que se “extraviaran” ocho kilos de asado que se habían decomisado en un procedimiento. El fiscal de Cámara Rafael Cotorruelo reclamó la pena mínima de un año de prisión condicional para el policía. Medina, jefe de la comisaría primera de La Paz fue denunciado porque el 2 de abril del 2004, habría adulterado las actas oficiales de un procedimiento que llevó a que se secuestrara carne encontrada en la casa de un hombre que había sido acusado de faenar una vaquilla. La investigación policial llevó a ubicar al cuatrero y a la hora de incautar la carne, se la incendió frente a la presencia del veterinario oficial. Sin embargo, el profesional advirtió tiempo más tarde que la firma no le correspondía y que él nunca participó de la inutilización de la carne.
Por ello Medina fue procesado por el delito de Falsificación de instrumento público.
Ayer en la Sala II de la Cámara del Crimen, compuesta por Marcela Davité, Marcela Badano y Raúl Herzovich se inició el debate, para el cual el policía espero nada más y nada menos que ocho años y por el cual podría recibir una pena mínima de uno año de prisión condicional.
Los testigos de La Paz que llegaron hasta la capital dieron cuenta del procedimiento policial, pero se alertó que la carne decomisada estaba en estado de descomposición, por lo que consideraron que no era apta para el consumo humano.
Si bien en el procesamiento se hace saber que la desaparición de la carne podría estar relacionada con el consumo del asado por parte de los propios policías, tal hipótesis no pudo ser sostenida por los testigos, que tuvieron muchos problemas para recordar algunos aspectos del procedimiento policial que se inició por un caso de abigeato.
Al momento de los alegatos, el fiscal de Cámara Rafael Cotorruelo admitió que si bien la carne podría haber estado no apta, no era menor la acción del oficial de Policía de adulterar un documento público y falsear situaciones oficiales para quedarse con una escasa cantidad de carne.
Le llamó la atención la demora de la causa en La Paz, que llevó al encartado a estar todo este tiempo cobrando la mitad de su sueldo, pero más allá de esto, entendió que el delito estaba acreditado partiendo de los dichos del propio veterinario.
Ante esto es que reclamó la pena mínima que establece el Código y que es una condena de un año de prisión condicional.
A su turno, el abogado defensor Fernando Alsina cuestionó las demoras en la causa y bregó por la inocencia del policía, por lo que pidió la absolución. El miércoles se dará a conocer el veredicto por la Sala II.