Los seis integrantes de una organización con una estructura piramidal que se dedicaba a la venta de marihuana y cocaína en Concepción del Uruguay fueron condenados con prisión efectiva.
Uno traía la droga, la repartía y manejaba los aspectos económicos, otros dos la almacenaban y tres la fraccionaban y vendían. Los seis integrantes de una organización con una estructura piramidal que se dedicaba a la venta de marihuana y cocaína en Concepción del Uruguay fueron condenados con prisión efectiva. La investigación se inició por una denuncia anónima, siguió con tareas de vigilancia de la Gendarmería Nacional y terminó con varios allanamientos simultáneos.
El 31 de marzo de 2010 una persona de identidad reservada dio su testimonio a la Justicia Federal en el que aportó elementos para iniciar una investigación sobre el tráfico de drogas en La Histórica. Así fue que la Gendarmería desplegó una serie de medidas de inteligencia como la escucha de llamadas telefónicas, en los que se advertían conversaciones donde se pautaban compras y ventas de drogas, y la vigilancia de domicilios, en los que observaron movimientos sospechosos y pasamanos entre los acusados.
Los sujetos vinculados a la actividad delictiva eran Francisco Carlos Paoli, de 35 años, de oficio plomero y gasista; Martín Sebastián Luty, de la misma edad, del barrio Santa Rita; Celestino Cornejo, alias Tino, un albañil de 31 años, del barrio Los Cachetudos; Rodolfo Gledes Cardozo, alias Chorri, de 42 años, del mismo barrio que el anterior; Ariel Tingo Minuet y Cristian Pato Borget, ambos de 33 años.
El 11 de noviembre de 2010, desde el Juzgado Federal de Concepción del Uruguay se libró la orden de allanamiento de varios domicilios de manera simultánea.
En el domicilio de Paoli encontraron varios teléfonos celulares que eran seguidos, cuyo peritaje arrojó pruebas sobre la comercialización de drogas; y el hombre fue interceptado en la vía pública, con dos tubitos que contenían cocaína. En la casa de Borget encontraron una escasa cantidad de drogas, con otros elementos vinculados al fraccionamiento de la misma, y dos plantas de marihuana. En la finca de Luty los uniformados hallaron cuatro bolsas con casi dos kilos y medio de marihuana y dinero en efectivo. En el domicilio de Minuet se secuestró poca droga, pero celulares comprometedores en la causa, al igual que en las casas de Cronejo y de Cardozo. Además, el 2 de diciembre del mismo año, la fuerza allanó el taller de chapa y pintura El León, de calle Intendente González 2415. Allí requisaron y secuestraron un auto Peugeot 206 con compartimientos acondicionados para el transporte de estupefacientes. En uno de ellos, detrás de un parlante, había un paquete con casi 200 gramos de marihuana.
Según pudo establecer la investigación, y se detalla en el requerimiento fiscal de elevación a juicio, los integrantes de la organización tenían diferentes roles y jerarquías: Paoli era el jefe, quien traía la droga desde diferentes puntos el país, sea en colectivo o en el auto secuestrado. Luego la separaba y la almacenaba en las casas de Luty y Cardozo, quienes a su vez trabajaban en el fraccionamiento. Por último, Cornejo, Minuet y Borget se desempeñaban en la venta a los consumidores al menudeo. Paoli, además, manejaba la plata grande para la compra por mayor, fijaba los precios e impartía las órdenes en cada paso que debía dar la banda.
Los seis quedaron detenidos y el lunes tenían el juicio oral y público en el Tribunal Oral de Paraná. Todos ellos, asistidos por el defensor oficial Mario Franchi, aceptaron reconocer los delitos que les imputaron y acordaron con la fiscal de Cámara, Marina Herbel, diferentes penas a cumplir.
Por el delito de Tenencia de estupefacientes con fines de comercialización, Paoli fue aceptó una condena de cinco años y seis meses, más una multa de 6.000 pesos; Minuet y Cornejo pagarán con cuatro años de prisión y 1.000 de multa; como partícipe secundario del mismo delito, Cardozo deberá cumplir tres años de cárcel y pagar 600 pesos, en tanto que Borget acordó una pena de cuatro años de prisión efectiva y 1.000 pesos de multa por tener drogas para la venta, pero además por el cultivo de plantas de marihuana para la comercialización.
Por último, Luty fue sentenciado por el delito de Alamcenamiento de estupefacientes con cuatro años de cárcel, y 2.000 pesos, pero esta pena se unificará con otra que ya tenía del mismo Tribunal, por lo que fue declarado reincidente y pasará cinco años en el encierro.