El ministro de Gobierno, Adán Bahl, llegó finalmente a Concepción del Uruguay junto al jefe de la Policía, Héctor Massuh, respondiendo al pedido urgente que le hiciera el intendente municipal, Carlos Schepens, ante la seria situación en el marco de la seguridad que se vive en la ciudad, que hiciera eclosión con el crimen del comerciante Jorge René Ortiz, asesinado por un delincuente en ocasión de un asalto a su negocio, hecho ocurrido el sábado en horas de la noche y que lo convirtió en la segunda víctima fatal del año en este tipo de sucesos.
Con su llegada dio anuncios, entre los que dispuso la intervención de 50 efectivos de refuerzo para la Departamental de Policía, la llegada de móviles que se concretaría en los próximos días y la coordinación con la Gendarmería Nacional para actuar conjuntamente en la lucha contra la comercialización de estupefacientes en La Histórica, reclamo que enérgicamente viene haciendo la ciudadanía en sus marchas y reuniones vecinales, dado que “la droga está ligada directamente a los casos delictivos”.
Reclamos
El centro de Concepción del Uruguay se vio totalmente alterado ayer en horas de la mañana, cuando a partir de las 9.30 la gente se fue concentrando frente a la Jefatura de Policía, a sabiendas de la llegada del ministro de Gobierno. Estudiantes secundarios con carteles reclamando justicia se sumaron a vecinos y comerciantes que –en algunos casos– decidieron cerrar las puertas de atención al público a solicitud del Centro Comercial, presentándose también los familiares de Darío Ferrer y Jorge Ortiz, víctimas fatales de este violento accionar delictivo.
Casi 2.000 personas colmaron la calle San Martín y cortaron el tránsito pidiendo que las autoridades salieran a la calle y les dieran respuesta a sus reclamos de justicia y mayor seguridad, reclamando por el temor de que estos sucesos se repitan.
Cerca de las 11, las autoridades hicieron pasar a una veintena de personas y medios periodísticos al salón del Casino de Oficiales, donde se dispuso una conferencia de prensa, de la cual participaron Bahl, Massuh, el diputado Marcelo Bisogni, Schepens, el fiscal Diego Young y autoridades policiales locales. Durante la reunión se escucharon algunos reclamos e inquietudes presentadas por los vecinos y los integrantes del grupo de Vecinos Autoconvocados, que entregaron un petitorio firmado al funcionario de gobierno. Ante esto, el contador Bahl puso de manifiesto su preocupación y la del gobierno provincial, por la situación por la que atraviesa la ciudad y señaló que se va a actuar de inmediato para dar respuestas al reclamo popular. El funcionario dio pleno apoyo a la fuerza policial para su acción, a la que considera altamente capacitada para su labor específica, postura que fue reafirmada por el jefe de la Policía. También confirmó la llegada de refuerzos, móviles y la posibilidad de trabajar conjuntamente con Gendarmería en la lucha contra el tráfico o comercialización de drogas, razón por la cual adelantó que solicitará una reunión con autoridades de la Agrupación V.
Pese a que los ánimos no eran buenos, el ministro aceptó salir ante la multitud que aguardaba frente a la Jefatura, de manera de comunicar las medidas a tomar. La salida no fue tranquila, porque muchos vecinos exaltados trataban de hacerse escuchar y reclamaban a viva voz. Jóvenes y mayores coincidían en reclamar mayor severidad a la Justicia, hasta llegar en algunos casos a exigir la “pena de muerte”.
Mientras Bahl hacía uso de la palabra, se acercaron a él la esposa y los hijos de Jorge Ortiz y llorando le pidieron que hagan algo para cortar con esta situación, los que luego se confundieron en un abrazo con Claudia Perdomo, madre de Darío Ferrer.
Finalizada la manifestación, pasado el mediodía, la multitud se retiró sin incidentes y se convocaron para una nueva marcha para seguir reclamando.
Fue así que las autoridades se dirigieron a los Tribunales, donde mantuvieron un extenso encuentro con jueces y fiscales, tratando de coordinar una mejor y aceitada relación en materia de investigaciones y diligencias relacionadas a causas penales. Cabe destacar que la población reclama airadamente por las constantes libertades otorgadas a delincuentes que son detenidos hasta en algunos casos tres o cuatro veces en una semana, dejando una “sensación de impunidad total”.
Tras el encuentro, las autoridades coincidieron en señalar que la reunión fue altamente positiva, ya que se escucharon las posturas de ambas partes y se coordinaron métodos de trabajo para facilitar investigaciones de delitos, así como la posibilidad de agilizar allanamientos o procedimientos ligados a las causas en trámite.