Como se recordará el Club Deportivo San Antonio presentó una protesta por la supuesta inclusión indebida de un futbolista por parte de Unión y Recreo en el encuentro que disputaron estas instituciones y que finalizara en empate sin goles.

En la presentación apuntan al jugador (arquero) Juan Pablo Rubo que según entienden los que presentaron el reclamo pertenece a otro club, aunque figura en la Lista de Buena Fe.

Si bien el Honorable Tribunal de Penas de la Liga Regional de Fútbol de Basavilbaso todavía no se ha expedido oficialmente al respecto hemos podido averiguar que sería intención de ese órgano rechazar la misma, con el argumento que ya se ha utilizado en varias oportunidades de que no se trata de una “inclusión indebida” sino de una “inscripción indebida”, ya que existirían elementos probatorios de la tramitación del pase, lo que unido al hecho de que el jugador de marras estaba incluido en la lista de buena fe, justificaría la decisión, quedando todo bajo el rótulo de “error administrativo”, por lo que el HTP recomendaría para el futuro cuidar esos detalles.

De todas maneras en el seno del Tribunal no habría todavía consenso respecto a si se debería proceder a la devolución del dinero abonado en concepto de derechos por la protesta, o los perdería el Club de la Aldea San Antonio. Debemos recordar que los dos casos tienen antecedentes, ya que hace varios años el Club Ramsar Juniors protestó un partido frente al Deportivo Mantero por la inclusión de un jugador de nacionalidad brasileña que no tenía su documentación en regla, y la misma fue rechazada justamente porque se planteó como “inclusión” y no como “inscripción”.

Y en lo que respecta a la devolución del monto abonado, también hay un antecedente que involucra al Club Peñarol, al que se le rechazó una protesta pero se le devolvió el importe.

Sería criterio de la nueva conformación del HTP limitar la aceptación de este tipo de acciones solo a cuestiones graves de suplantación de identidad o incumplimiento de cuestiones reglamentarias que hagan al juego y que perjudiquen el viejo adagio que reza que “los partidos se ganan en la cancha”.