Con el espíritu festivo que viene mostrando desde hace más de una década, nuevamente el sector avícola nacional exhibió indicadores de fortaleza en el festejo realizado la semana anterior por el Día de la Avicultura, que se celebró en un hotel de Buenos Aires y que contó con la presencia de las principales autoridades públicas y privadas.
La actividad estuvo organizada por las dos principales cámaras que nuclean a productores e industriales: El Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA) y la Cámara Argentina de Productores Avícolas (Capia) celebraron el Día Nacional de la Avicultura Argentina. El evento contó con la participación de la ministra de Industria, Débora Giorgi; el ministro de Agricultura, Norberto Yauhar; el gobernador de la provincia de La Pampa, Oscar Jorge; y el presidente de la Cámara de Diputados Julián Domínguez, entre otros funcionarios y empresarios.
Durante la presentación se evaluó el desarrollo del sector en producción, consumo y comercialización; el impacto favorable en la industria de los créditos del Bicentenario y el fomento de mercados internacionales.
Allí, el presidente de CEPA, Roberto Domenech, apuntó que para este año se proyecta un volumen de producción de 2 millones de toneladas de carne de pollo con exportaciones por 650 millones de dólares.
Expectativas. El titular de CEPA expresó que el crecimiento del sector avícola permitió cubrir un nivel de demanda insatisfecha por la industria bovina, cambiar la matriz de consumo de carne de los argentinos, generar la creación de más de 25.000 puestos de trabajo y desarrollar un mercado internacional.
El acto contó con la proyección de un video en el que se exhibieron las inversiones realizadas con créditos del Bicentenario y otras obras puestas en marcha durante el periodo 2011/2012.
Además, Domenech anunció un programa de apoyo financiero junto al Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, «que permitirá atender gran parte de las necesidades de granjeros, agilizándoles sus decisiones y resolviéndoles el tema de las garantías».
Finalmente, resaltó que «el camino de la exportación es un camino sin retorno» y que «llegar a él ha demandado un tremendo esfuerzo, sumado a tener las condiciones públicas, políticas y económicas adecuadas».
«Las negociaciones internacionales, las aperturas sanitarias y la promoción de productos y marca Argentina son y serán cada día más estratégicas. Podemos producir pero hay que producir para el mundo», indicó Domenech al tiempo que aseguró que «el mercado interno está suficientemente abastecido».
El titular de CEPA concluyó que hoy, en el país, «podemos decir y mostrar que la avicultura es una cadena de valor industrial, que no sólo se moviliza internamente, sino que trasciende al mundo y exporta equipamientos y productos para la avicultura».
La dinámica de un sector clave
Durante su discurso, Roberto Domenech, titular del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas, aseguró que «progresivamente nos venimos convirtiendo en un país productor, fuertemente consumidor de carne blanca y huevos, y también, en un país exportador de productos y equipamientos avícolas». Fue allí que arrojó números realmente impactantes: proyectando las cifras de faena de los primeros cinco meses de 2012, se prevé un volumen de producción de 2 millones de toneladas para este año, equivalente a 50 kg de carne de pollo por habitante, de los cuales 41 kg se consumen en el mercado interno y 9 kg se exportan a más de 60 países, con un monto estimado de 650 millones de dólares para 2012 y 430.000 toneladas de huevo con exportaciones por 50 millones de dólares.
«¡Qué distancia con aquellas 750 mil toneladas de producción y 38 millones de dólares de exportaciones de una década atrás!», sentenció.
Dijo entonces que esto se debe a «políticas adecuadas que permitieron proyectar un crecimiento ambicioso y acuerdos público- privados que estabilizaron los costos de maíz y soja y a su vez el precio del producto, nos han permitido: tomar escala; cubrir, por momentos, una demanda insatisfecha de carne bovina; cambiar la matriz de consumo de carne de los argentinos; generar la creación de más de 25.000 puestos de trabajo; desarrollar un mercado internacional, producto de la escala y la competitividad lograda; una de las herramientas que posibilitaron estos logros, como fueron las compensaciones, finalizaron el 31 de diciembre pasado. Sería muy importante para nosotros cerrar finalmente todo vínculo con las mismas, encontrando un canal adecuado para el uso de los instrumentos de pago, dado que representan gran parte de nuestro capital de trabajo», expresó.