El actual debería ser el año del maíz argentino. Están dadas las condiciones internacionales para que ello ocurra por la caída de la producción estadounidense, que provocó fuertes subas en las cotizaciones de Chicago. La afirmación es parte central del último informe elaborado por técnicos de los Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (CREA).
“En este año se generó una oportunidad histórica, tangible y real, con mercados internacionales exacerbados por la situación climática estadounidense, dando a nuestro país, segundo exportador mundial, ubicado en el Hemisferio Sur, la posibilidad de estar en primera línea para aprovechar a pleno esta oportunidad desde la estratégica posición de producir en contraestación”,
Lo cierto es que la decisión de los productores para volcarse de lleno a encarar una campaña acorde a la magnitud de las circunstancias radica en encontrar la confianza que generaría un mercado fluido y que diera la certeza de poder comercializar durante todo el ciclo productivo, ayudando a financiar los costos necesarios para la implantación. Esta financiación es necesaria luego del fuerte impacto producido por la generalizada sequía estival, que redujo sustancialmente la capacidad de encarar una campaña en un contexto de altas tasas de interés.
Sin embargo, desde CREA advierten que pese al reciente anuncio de liberación de 15 millones de toneladas de maíz para exportación, persisten los descuentos en los precios que reciben los productores, entre otros factores por la incertidumbre sobre las reglas que regirán el comercio de maíz a medida que avance la campaña. Y la sentencia es el preludio de la denominada bajada política de la entidad: “Un mercado no transparente, cuotificado, que se mantiene así aún luego del anuncio oficial, genera desconfianza entre los agricultores y juega en contra de la gran siembra necesaria para aprovechar la oportunidad internacional y abastecer con comodidad al mercado interno”.
Enseñan secretos para no perder ni un peso
Para ganar con las siembras, en este caso las del maíz, el manejo de la maquinaria resulta un aspecto central. Sin el conocimiento necesario, las pérdidas pueden ser hasta fatales para la performance productiva de cualquier campo y para combatirlas se impone la capacitación.
Así fue que en el marco del 11º Curso Internacional de Agricultura de Precisión y Expo de Máquinas Precisas disertó sobre Situación actual de las herramientas de Agricultura de Precisión en el manejo de cultivos Ricardo Melchiori, quien es coordinador del Proyecto Herramientas de Agricultura de Precisión para el Manejo de cultivos del INTA Paraná.
Tan importante es para los hacedores de la economía rural que del foro, realizado en Córdoba, participaron más de 4.500 personas, entre ellos 356 intendentes y 120 empresarios ligados a la fabricación de maquinaria.El foro se denominó primer Congreso de Valor Agregado de Origen y Eliseo Monti, director nacional del INTA, aseguró ahí mismo que “cuando se habla de agregado de valor en origen se hace referencia a más inclusión, más oportunidades para los jóvenes y, por lo tanto, más trabajo”.
Y su colega Mario Bragachini señaló: “Promovemos una alternativa integrada y equitativa, para que la Argentina produzca alimentos y energía renovable para el mundo”, y agregó “esta propuesta se genera de manera sustentable”.
Se viene una trilladora para chicos
La cosechadora de arrastre por tractor fue diseñada especialmente para atender las necesidades de los pequeños productores. Está capacitada para cosechar cuatro a cinco hectáreas por día dependiendo del tipo de cereal. Es flexible para diferentes tipos de grano y adaptable a sus necesidades. A partir de esta iniciativa se resuelve un problema histórico para el sector de los trabajadores rurales.
Para llevar a cabo el proyecto se llamó a concurso y quedaron seleccionadas cinco firmas chaqueñas y el plan comercial es expandirse en toda región donde se produzca a escala familiar.
El proyecto surgió en parte para resolver el problema de los pequeños productores, a quienes actualmente se les dificulta acceder al uso de las grandes máquinas cosechadoras porque tienen extensiones que no son rentables para ese tipo de tecnología.
“Desarrollamos una máquina que sirviera para este servicio, explicó el ingeniero Roberto Lattanzi y definió: “Otro elemento que tuvimos en cuenta era poder desarrollar un sistema industrial, especialmente en las pequeñas y medianas empresas. Creemos que tenemos que desarrollar el país en todos los aspectos y eso significaría que mucha gente pueda volver a trabajar en su patria chica”. También dejó saber que, tras las experimentaciones en Chaco, saldrán a probar la máquina en suelos de la Mesopotamia.