Así fue denunciado en la comisaría 13º por Victoria Saborido, la dueña de la perra muerta. Según el certificado que le extendió el veterinario que trató a la mascota, el animal falleció por ingerir veneno para ratas. Se le habían practicado diferentes análisis, le hicieron dos transfusiones de sangre para salvarle la vida y un tratamiento con vitamina K para lograr contrarrestar los síntomas del veneno, que si bien en un principio la perra respondió, estuvo una semana internada pero luego su corazón no resistió tanto y falleció.
Al mismo tiempo, las dos hijas de Saborido tuvieron síntomas similares, como dolores de cabeza y estómago, pero afortunadamente están bien y el hecho no pasó de un susto, aunque el peligro en el barrio continúa: “Todavía no salimos del susto, sumado esto a que no sabemos en dónde está el veneno tirado en nuestra casa”, dijo Victoria.
El barrio Las Colinas (“del terror”, la llaman algunos vecinos), aún carece de agua potable y otros servicios básicos. Pero además allí hay un campo que funciona como cancha de golf, que según denuncian, fumigan con agroquímicos, y ese veneno afecta a las viviendas y sus familias del barrio. “Estamos en un lugar complicado”, contó Saborido.
Ahora los vecinos esperan que la denuncia llegue a conocimiento de la Justicia con el fin que se investiguen estos hechos y se tomen medidas para preservar la salud de los vecinos y de sus mascotas.