La selección entrerriana de gimnasia artística femenina de la categoría C3 tuvo una destacada actuación el fin de semana en Tucumán, donde se desarrolló el torneo nacional. Sin embargo, un episodio desagradable empañó esa vivencia: la Policía de Seguridad Vial de la provincia norteña los mantuvo parados casi dos hora en la ruta por una supuesta infracción y sólo los dejó seguir viaje tras el pago de una coima de 700 pesos. El triste suceso ocurrió el domingo desde las 10.30 de la mañana a la salida de San Miguel de Tucumán, en el cruce de la circunvalación de esa ciudad y la ruta 9. El micro de la empresa Transportes Day, contratado por la Federación Entrerriana de Gimnasia, iba con doce niñas de entre 7 y 13 años y nueve adultos cuando en ese lugar lo interceptó un control de la Policía.
Según el relato de la mamá, los uniformados solicitaron la documentación del vehículo y la lista de pasajeros. Los choferes entregaron todos los papeles requeridos, los cuales se encontraban en regla: ya era el quinto control que pasaban en Tucumán desde el jueves, cuando llegaron a esa provincia, y hasta ese momento no habían tenido inconvenientes. Sin embargo, los efectivos encontraron una supuesta irregularidad que no había sido advertida por sus camaradas, que consistía en una rajadura en el parabrisas. Esto figuraba en la constancia de la verificación técnica vehicular del ómnibus, pero a juicio de los policías representaba una infracción.
El colectivo pasó por la verificación mecánica en septiembre. En ella se concluyó que el parabrisas tenía una "fisura leve" que no ocasionaba inconvenientes para la circulación y no obstruía la visual del chofer. En consecuencia, se extendió la habilitación por seis meses.
Pero los policías no hicieron caso a esa constancia y manifestaron que por esa supuesta falta correspondía una multa de 3.000 pesos más la retención del vehículo, contó la integrante de la delegación que pidió reserva de su nombre. Los choferes no admitían la infracción y exigían que les permitieran continuar viaje, a lo que los efectivos no accedían.
Finalmente, luego de casi dos horas de negociaciones, con una temperatura de 38º y con algunas de las niñas ya descompuestas por el calor, los conductores del micro se vieron forzados a aceptar el ofrecimiento de una coima que primero fue de 1.000 pesos y que luego disminuyó a 700.
El pago se efectuó a un costado del camino, detrás de una camioneta de la fuerza de seguridad, ya que algunos policías advirtieron que estaban siendo filmados por una de las madres.
Recién a las 12.15, tras el pago por el cual no se entregó ninguna constancia, el contingente pudo continuar camino a la capital entrerriana.
La delegación de gimnastas optó por retornar sin realizar la denuncia formal, ya que ese trámite hubiera implicado una demora más prolongada aún. De todos modos, un adulto integrante de la comitiva, al llegar a Paraná, hizo llegar la información de lo sucedido a funcionarios de la policía de Tucumán.
La madre que registró la escena aseguró que en otras ocasiones también atravesó este tipo de experiencias en tierras tucumanas, ya que esta fue la quinta oportunidad en que la policía de esa provincia le pidió una suma de dinero a cambio de no labrarle actas por supuestas infracciones.