31 de octubre de 2012 |
CASO LLARRAZ. |
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LA FISCALIA CONSIDERO QUE HAY ARGUMENTOS PARA PROCESAR.
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El fiscal Juan Francisco Ramírez Montrull consideró ayer que las pruebas obrantes en el expediente que se sustancia contra el cura Justo José Ilarraz, acusado de abuso sexual de seminaristas, ya son suficientes para dictar su procesamiento. Sin embargo, todo está supeditado a la resolución que tome el juez de Instrucción de Paraná, Alejandro Grippo, con respecto al planteo de prescripción de la acción penal que realizó la defensa del sacerdote.
Una vez resuelta la prescripción, la Fiscalía requerirá que el sacerdote, que se encuentra en San Miguel de Tucumán, sea indagado y luego procesado por el delito de Promoción a la Corrupción de Menores Agravada, cuya pena prevista es de 10 a 15 años de prisión. Ramírez Montrull ya rechazó los planteos de cierre de la causa en esta instancia de la investigación. Se amparó, entre otras cuestiones en fallos de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). También, el querellante Marcos Rodríguez Allende y Milton Urrutia rechazaron la prescripción de la causa, entre otras cosas porque no se sabe cuándo cesaron los abusos.
La prescripción En los escritos, los defensores sostienen la inocencia del cura.
La acusación
Tras regresar de Roma, el sacerdote fue transferido a la ciudad de Monteros, donde se hizo cargo de la parroquia Sagrado Corazón de Jesús, ubicada en el barrio Ñuñorco. Ilarraz estuvo allí hasta mediados de setiembre, cuando se conoció la denuncia y la Justicia entrerriana comenzó a investigarlo. Incluso sospechan que también habría cometido abusos en esta provincia, por lo que se intenta enviar una misión judicial para que investigue los movimientos del cura durante su paso por esa ciudad.
El sacerdote tuvo durante un año como colaborador directo a Leonardo Galván, entre 2006 y 2007. El hombre, que hoy tiene 33 años, está preso por abusar de un niño de 12 años y espera el inicio del juicio oral en la cárcel de Concepción. Actualmente son cinco las denuncias que se formularon contra el sacerdote. La documentación aportada por la Iglesia, más la declaración de las víctimas deja en claro que tanto el cardenal Estanislao Karlic (hoy en El Vaticano) como el arzobispo emérito de Paraná Mario Maulión, y el actual arzobispo Juan Alberto Puiggari, conocieron los hechos y no los denunciaron. Puiggari y Karlic, según las constancias sabían desde 1993 de los abusos a los chicos y no solo no denunciaron ante la Justicia, sino que ni siquiera avisaron a las familias.
Complicados
Pericias al sacerdote Rolandelli, que junto a Marcos Rodríguez Allende son querellantes, afirmó: “Estamos convencidos de los hechos relatados por los testigos y por las víctimas. El modus operandi es prácticamente idéntico del cura Ilarraz para cometer estos abusos”.
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