La droga fue trasladada en un camión de Gendarmería Nacional, apoyado por personal motorizado, quienes se constituyeron en el Parque Industrial pasadas las 8, donde ya estaba todo listo para dar comienzo a la destrucción.
La diligencia comenzó una vez constituido el juez Federal Pablo Seró, que ordenó realizar muestreo previo y fue el encargado en arrojar el primer pan de droga al horno pirolítico que funciona con temperaturas de entre 780 y 1.000 grados, reduciendo a polvo hasta los metales.
El cargamento, que ocupaba la caja completa del camión de la Unidad de Gendarmería, estaba valuado en unos 300 millones de pesos, conformado con gran cantidad de marihuana en ladrillos y cocaína, lo que fue paulatinamente arrojado al interior del horno, diligencia que llevó casi todo el día.
Desde el juzgado se confirmó que aun restan culminar varias causas en proceso, por lo que hay una importante cantidad de estupefacientes a resguardo de la Gendarmería, lo que será destruido cuando las causas estén encaminadas definitivamente.
Según informó 03442, la adquisición del horno por parte de la Municipalidad de Concepción del Uruguay ha beneficiado a la Justicia Federal para este tipo de acciones porque antiguamente se debía trasladar toda la droga secuestrada a Concordia, insumiendo un gasto considerable de tiempo y personal para el operativo de resguardo.