Desde hace 28 años, Alejandra Taritolay, viajó alrededor de 1.500 kilómetros, desde su pueblo natal en Animaná, en la zona de los Valles Calchaquíes en la provincia de Salta, para participar de la Fiesta Nacional de la Artesanía en la ciudad de Colón.
Alejandra realiza sus artesanías en Cestería Simbol. La rodean sus trabajos terminados, como canastos, porta termos, paneras y centro de mesas, entre otros objetos.
“Mi abuelo trabajaba con poleo y caña. Aprendí desde muy chica y es hoy que tengo que decir que las artesanías son parte fundamental de mi vida, son una parte más de mi cuerpo como mis manos o pies. Con lo que produzco con la cestería pude enviar a mis hijos a la escuela y le transmito mis conocimientos a mis hijos y nietos”, contó.
La materia prima es el Simbol, una mata chica de 2 o 3 hebras, que crece en el campo y el monte salteño, en las zonas áridas del Norte. “Voy al campo y extraigo la materia pero siempre preservando el medio y con mucho cuidado con la raíz de la planta para que la misma vuelva a brotar”, narra Alejandra y agrega que la parte más difícil es la recolección de la materia prima ya que muchas veces se topó con víboras, arañas, que jamás le hicieron daño, pero que generan mucha precaución, además de lastimaduras por la maleza. Extrae las hebras amarillas y verdes, a las últimas las deja secar para luego trabajarlas y son las que además producen los diferentes colores a sus obras.
“Colón es como mi segunda casa, vengo desde que se hacía la Fiesta en calle 12 de Abril lo que hace que conozca muchos colonenses con los cuales tengo una excelente relación, además con el artesanado con quienes desde hace 27 años festejo mi cumpleaños el 9 de febrero”, remarcó.