Un hombre de nacionalidad dominicano-argentina fue procesado con prisión preventiva en la República Oriental del Uruguay, en el marco de la investigación por tráfico de personas asiáticas y centroamericanas que eran trasladadas a la Argentina a través del río Uruguay.
Según indicaron fuentes judiciales, el detenido sería uno de los cabecillas de la banda que fue desarticulada a mediados de diciembre, cuando fueron detenidos, entre otros, un funcionario uruguayo de la Dirección Nacional de Aduanas y un agente de Gendarmería que presta funciones en la provincia de Buenos Aires.
El hombre, de entre 25 y 30 años, fue detenido el viernes por la tarde en un hotel de Fray Bentos y hoy sería indagado por la jueza María Adriana de los Santos, especializada en delitos del crimen organizado. Según indicaron los medios uruguayos, se alojó en el hotel junto con dos personas oriundas de República Dominicana a las que había prometido trasladar en forma ilegal a la Argentina a través del río Uruguay.
Al parecer, los investigadores tenían el dato de que el coyote, como se llama a quienes llevan realizan este tipo de maniobras, iba a aparecer en Fray Bentos, por lo que montaron un operativo de vigilancia en el hotel. “Nosotros sabíamos que iba a estar allí, pero él no sabía que ya había sido detenido un funcionario de Aduanas que oficiaba de contacto con los traficantes”, consignó uno de los investigadores al diario montevideano El País. El hombre fue detenido cuando preguntó por el taxista que debía trasladar a la pareja de dominicanos hasta la balsa que los cruzaría hacia Gualeguaychú.

INVESTIGACIÓN. Con la detención de este hombre, de quien solo se dieron a conocer sus iniciales, S.R.P., ya son nueve los integrantes de esta organización delictiva detenidos en el marco de una investigación denominada “Operación Esperanza”.
Los detenidos están acusados de los delitos de tráfico de personas y a seis de ellos se les dictó la prisión preventiva, por lo que se encuentran alojados en unidades penales de Montevideo y Fray Bentos; mientras que una mujer, esposa de uno de los involucrados, fue procesada pero recibió la excarcelación. Entre los detenidos, se encuentran un funcionario de la aduana uruguaya, un gendarme argentino y dos chinos nacionalizados argentinos que serían quienes dirigían la organización.
En la investigación se pudo establecer que los imputados operaban cruzando ilegalmente de Uruguay hacia Argentina a personas de ciudadanía dominicana y china, posteriormente los trasladaban a Fray Bentos y de allí hacia Gualeguaychú mediante el uso de embarcaciones o a través del puente internacional.
En el caso del funcionario de la Aduana, se determinó que era quien facilitaba todos los sellados necesarios para que las víctimas pudieran salir del Uruguay, tanto los ciudadanos dominicanos como los chinos, a cambio de entre 2 mil y 5 mil dólares.
Al parecer, quienes provenían de República Dominicana ingresaban al Uruguay en forma legal con visas turísticas; mientas que los ciudadanos asiáticos llegaban ocultos en barcos que anclaban en los puertos de Montevideo o Colonia, luego eran trasladados en automóvil hasta Fray Bentos y de allí ingresados clandestinamente a la Argentina.
Además, la Policía logró rescatar a 16 personas, entre las que se encontraban 11 hombres –dos menores de edad– y cinco mujeres. Si bien las presunciones indican que serían víctimas de explotación laboral, no se descarta que las mujeres fueran introducidas en los circuitos de la prostitución.
Las víctimas, de origen chino y dominicano, declararon ante la jueza De los Santos, recibieron asistencia del Ministerio de Desarrollo Social uruguayo para que les cubra las necesidades básicas hasta que se resuelva su situación migratoria y decidan si quieren volver a su país o iniciar los trámites legales para radicarse en Uruguay o en Argentina.

EL DATO
18 personas han sido rescatadas de esta red de explotación, en el marco de la denominada Operación Esperanza. La mayoría de las víctimas son de origen asiático, habrían ingresado en barcos que anclaban en los puertos uruguayos y luego serían trasladadas al conurbano bonaerense.