En la Planta de Obras Sanitarias de la capital del Citrus, el jefe de laboratorio Rubén Gallo, afirmó que “su uso es muy discutido y hay mucha controversia, puede ser muy peligroso en niños y por eso nosotros le ponemos la mínima dosificación posible, que es de 0.5 (Fluorosilicato de Sodio) partes por millón”.
En la misma línea, el Dr. Honoris Causa por la Universidad de Córdoba y profesor universitario de la misma casa de estudios, Raúl Montenegro, aseguró que “más allá que se intente aplicar una dosis baja, es imposible saber cuanta agua va a consumir cada vecino, y por lo tanto no se puede saber el grado de ingesta de fluor que puede tener cada persona”.
El biólogo explicó además que “cuando el agua hierve, aumenta su concentración de fluor (porque no se evapora)” y graficó que “esta práctica está comenzando a ser condenada en todo el mundo por sus efectos secundarios”.
En 26 de 27 estudios revisados por dos universidades, una de Estados Unidos (Harvard) y una de China (Shenyang), se encontraron fuertes indicaciones de que el flúor puede afectar negativamente al desarrollo cognitivo en los niños. En Concordia éste químico es agregado al agua potable desde el año 95 aunque con interrupciones, y volvió a aplicarse hace dos años. Pero además del agua, el fluor está presente en otros productos como las pasta de dientes, que posee cerca de 1500 partes por millón de Fluor.