14 de febrero de 2013 |
GUALEGUAYCHU. |
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CON EL TURISMO HUBO DESCONTROL.
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Al desborde provocado por el arribo masivo de turistas se sumó el descontrol ocasionado por el excesivo consumo del alcohol -en su mayoría de los jóvenes-, que derivaron en situaciones desagradables para los vecinos del lugar, así como también para los visitantes que llegaron para descansar durante el fin de semana largo.
Según describe el artículo “Gualeguaychú vivió uno de los mejores fines de semana de la historia. Por tercer año consecutivo, el feriado de carnaval transformó a la ciudad en el centro de los festejos, donde confluyeron miles y miles de personas, a tal punto que el paisaje cotidiano de la ciudad tranquila fue alterado”.
En el texto se alude a que “las calles fueron el centro de diversión y de libre albedrío de alrededor de 90.000 personas que coparon la ciudad. Literalmente no cabía un alma más y sin embargo seguían entrando más y más vehículos. Pero cuando decimos libre albedrío no lo hacemos por el solo hecho de utilizar un término que puede sonar fuerte, sino que fue la sensación que tuvieron muchos vecinos que prefirieron casi encerrarse en sus casas o, aquellos que tenían un poco más de suerte, mudarse momentáneamente de los barrios turísticos para estar más tranquilos en otros puntos de la ciudad”.
Aunque -según el autor de la nota- para algunos parecía que los excesos estaban permitidos. A propósito se señala que “jóvenes totalmente alcoholizados caminando por pleno centro, otros haciéndose un 'asadito' en plena calle, inmunes a todo problema que puedan llegar a causar porque en definitiva “¡estamos en la ciudad del carnaval!” y todo vale. Cada automóvil que pasaba era un boliche, sin mencionar el estado en el que viajaban sus ocupantes. Otros que preferían exhibirse como si fueran modelos de Calvin Klein. La Policía totalmente desbordada, con todos sus uniformados recargados en horarios, a tal punto que casi no descansaban. Las chicas no podían caminar tranquilas en las calles porque no faltaba que algún grupo de muchachos envalentonados se les acercara y las encerrara, sin importar el lugar de la ciudad en el que estuvieran”.
Así se deja entrever que hubo falta de previsión, principalmente con el tema del alojamiento, para atender la demanda creciente de una ciudad que duplica su población durante el Carnaval. “El Parque Unzué también cambió su fisonomía. Ya no estaban las personas que caminan a diario haciendo ejercicios, ahora se le había dado lugar a miles de personas que llegaron a la ciudad y se encontraron sin alojamiento, y no tuvieron más remedio que colocar una carpa en el parque de la ciudad. Alguien se olvidó de algo muy importante: no pusieron baños químicos”, dice la crónica firmada por Carlos Riera.
Asimismo se recalca que "muchos vecinos aprovecharon este aluvión de turistas, en muchos casos, para salvar lo que fue un mal principio de la temporada. Los precios exorbitantes por algunos productos que exhibían en las góndolas y la diferenciación para los locales y los foráneos", al tiempo que "otros que aprovecharon directamente para estafar al visitante. Como un hombre que timó a más de una veintena de personas que llegaban confiados en la reserva que habían hecho por Internet, con el respectivo depósito, y cuando arribaban a la dirección señalada se encontraban con el edificio de Gendarmería".
A su turno las autoridades municipales hablan de un feriado record, con el ingreso de 23.812 vehículos desde el jueves al lunes, y se informó desde prensa municipal que para el sábado ya habían ingresado 65 mil personas, y que 35 mil lo hicieron entre el domingo y lunes.
Para el Intendente Juan José Bahillo la ciudad funcionó muy bien, “teniendo en cuenta que recibimos alrededor de 100 mil turistas, hubo sólo inconvenientes menores, relacionados con el tránsito y falta de algunas mercaderías. Por ese motivo, analizaremos el funcionamiento en general, para mantener y mejorar la calidad de prestación en situaciones como la que vivimos”.
También se mostró satisfecho con el rol anfitrión de todos los vecinos, “demostrando tolerancia y paciencia ante esta situación excepcional y conscientes que el turismo es una actividad que se construye con el aporte de todos”.
Por su parte, el presidente del Consejo Mixto Gualeguaychú Turismo, Fabián Godoy, remarcó que “el turismo sigue siendo importante para Gualeguaychú, no sólo por la cantidad de visitantes, sino también en la calidad de los servicios, en la diversidad de la oferta, en la generación de empleo, en el aporte al desarrollo económico de la ciudad”.
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