Boca arribó a Ecuador para afrontar un duelo trascendental ante Barcelona por la segunda fecha de la Copa Libertadores, mañana desde las 19.45 en el Monumental de Guayaquil. Después de la derrota en el debut frente a Toluca, el elenco de Carlos Bianchi está obligado a sumar y también a levantar su imagen tras la caída del fin de semana con All Boys en Floresta.
El plantel "xeneize", que fue despedido en el aeropuerto de Ezeiza con mensajes amenazantes a los jugadores por parte de algunos "barras" que se preparaban para viajar, llegó a su lugar de destino cerca de las 23.30 y fue recibido, con mucho afecto, por una multitud de 500 personas que esperaban su aparición en el Puerto Principal.
Por la tarde, el "Virrey" y sus futbolistas reconocerán el campo de juego y llevarán a cabo la última práctica antes del partido que será clave para acomodarse en el Grupo 1 del certamen continental. En dicho ensayo, el entrenador confirmaría las cinco variantes que probó antes de partir desde Argentina: Agustín Orion por Oscar Ustari, Cristian Erbes por Leandro Somoza, Pablo Ledesma por Guillermo Fernández, Nicolás Colazo por Walter Erviti y Lucas Viatri por Santiago Silva.
Pero sobre el cierre de la práctica, sacó a Ribair Rodríguez del medio y metió a Matías Caruzzo, para conformar un 3-5-2 que muestra la intención de consolidar la última línea.
Los jugadores que dejaron sus testimonios al bajar del avión coincidieron con sus reflexiones: "Esto es Boca y siempre tenemos la obligación de mejorar", como por ejemplo mencionaron Claudio Pérez y el propio Viatri.
Será la cuarta visita de Boca a Barcelona: lo goleó 5-1 en 1950, perdió 3-2 en 1981 y empató 2-2 en 2003, con el mismísimo Bianchi en el banco de los suplentes.