La victima, de apellido Blanco y de 52 años, no murió en el lugar sino que falleció minutos más tarde en el Hospital San Antonio de Gualeguay. Un policía que vive muy cerca del lugar del crimen escuchó los disparos, tomó su moto, fue hasta el lugar y pudo reducir al supuesto agresor, un hombre de apellido Colazo de 58 años, que en estos momentos se encuentra detenido e incomunicado.
Se pudo saber que entre ambos existían cuestiones de vieja data, inclusive había una denuncia por amenazas que había radicado el agresor en los Tribunales gualeyos en contra de la víctima. Se habrían encontrado circunstancialmente en la calle y Colazo extrajo el arma de la camioneta en la que se trasladaba y le descerrajó nueve disparos, de los cuales siete impactaron en el cuerpo de la víctima.
El hombre quedó tirado en la calle hasta que llegó la ambulancia de la asistencia pública y de inmediato lo trasladaron al Hospital pero nada pudieron hacer los médicos para salvarle la vida.
El agresor no se resistió a la detención, fue introducido al patrullero que lo llevó a la Jefatura donde se encuentra alojado. Había un problema personal vinculado a una deuda económica, que la víctima venía reclamando desde hacía bastante tiempo.
La Policía secuestró el arma homicida 9 mm, junto a otros elementos no especificados, y habría testigos del hecho, que para la Policía está esclarecido.
Todo ocurrió a la vuelta del club Pelota Gualeguay, donde comúnmente hay mucho movimiento y a esa hora estaba jugando BH en el estadio Malvinas Argentinas por la Liga Provincial de Básquet, es por eso que habría muchos testigos.