Hace un año y medio se descubrió por casualidad una cocina de cocaína en Paraná. Ayer, el Tribunal Federal encontró a un hombre responsables de la fabricación de droga, y a otros dos porque le otorgaron el lugar para esta empresa ilegal.
La presidenta del tribunal, Lilia Carnero, junto a los vocales Noemí Berros y Roberto López Arango, dieron a conocer el veredicto del juicio que llevó dos semanas de debate, con 55 testigos más las indagatorias de los acusados. En el mismo, declararon a Jose Roberto Sterz (de 61 años) autor responsable del delito de Fabricación de estupefacientes, y lo condenaron a la pena de 10 años de prisión y multa de 5.000 pesos. A Vicente Jesús Bioletti (dueño del campo del Acceso Norte donde funcionaba la cocina de cocaína) autor responsable del delito de Facilitación de lugar en el que se llevó a cabo la fabricación de droga, y lo condenaron a seis años de prisión y multa de 1.875 pesos. Por último, declararon a Ramón Ángel Palavecino, el peón del establecimiento rural, al igual que su expatrón, responsable de la Facilitación del lugar, para que Sterz utilice la tapera del campo para fabricar la droga, pero en carácter de partícipe secundario. Por eso le impusieron una pena menor, de tres años de prisión efectiva, y 700 pesos de multa, pero no irá a la cárcel porque ya cumplió ocho meses al inicio del proceso. Si entre los imputados hubo un ganador en el resultado del juicio, este fue Moncho, quien se defendió con su verdad al final del debate.
En segundo lugar, el tribunal dispuso mantener la excarcelación de Bioletti y Palavecino hasta que la sentencia quede firme. Sterz, por el contrario, llegó detenido a la audiencia de ayer, ya que el mismo viernes, cuando el tribunal resolvió su culpabilidad, dispuso revocarle la excarcelación y disponer en consecuencia su prisión preventiva, que se hizo por intermedio de la Direccion de Toxicología de la Policía de la provincia, que lo trasladó a la Unidad Penal Nº 1.
Por último, los jueces pidieron que se investigue la declaración de un testigo de apellido Mendoza, presentado por la defensa de Sterz, quien contó que la noche que lo detienen al acusado, ambos habían ido a pecar. Por las inconsistencias en su relato no convenció al fiscal, que pidió se lo investigue por el delito de falso testimonio.
“Muy importante”
El fiscal general José Ignacio Candiotti expresó: “La primera reflexión, sin leer los fundamentos, es que se receptó la postura de la fiscalía en cuanto a que esta cocina de droga, que era un hecho no discutido, tiene responsables. Con respecto a las penas, a Sterz se lo ha condenado a la pena que pidió la fiscalía, 10 años. Había elementos para ello, se ve que el tribunal lo ha visto así. Y también ha hecho lugar al pedido de la prisión preventiva, que en el alegato había sido fundado, ya que existe el riesgo procesal de que el procesado se fugue”.
En este sentido, el fiscal remarcó: “Lo importante es que se hayan encontrado responsables del hecho: un laboratorio de cocaína para la producción de estupefacientes a esa escala con todo lo que había (lámparas infrarrojas para el secado artificial, anafe, barbijos, máscaras de gas que no son fáciles de conseguir), había todo acondicionado para producir estupefacientes. Que esa producción tenga hoy culpables es muy importante”.
“Vamos a seguir luchando”
Al finalizar la lectura del veredicto, Bioletti manifestó: “Soy totalmente inocente, está totalmente probado en el expediente que no sabía nada. A Sterz nunca lo conocí. Palavecino tiró mierda para arriba, es lo mas fácil para cualquier persona decir mi ‘patrón me manda’. Se hace el víctima. Tengo otra instancia y tengo confianza en mis abogados”.
Uno de los defensores del empresario, Julio Federik, dijo: “Una vez que lea los fundamentos (de la sentencia) nuestro equipo va a revisar si en ellos encontramos arbitrariedad, o algún margen de error. Entendemos que seguramente va a existir porque estamos absolutamente convencidos de la inocencia de Bioletti”, y destacó que el tribunal haya cambiado la calificación: “A Bioletti no se lo acusa de haber fabricado, se lo condena por facilitar el lugar, que es una cosa absolutamente diferente. De todos modos estamos convencidos de que no tiene nada que ver en esto, y vamos a seguir luchando”.
Respecto de la estrategia defensiva del peón, quien dijo que fue su patrón quien le presentó a Sterz para que lo deje entrar al campo, el abogado dijo: “Si Palavecino cambió su declaración cuando declaró en la Justicia, debe haber tenido alguna presión, y ahora pensamos exactamente lo mismo”.
Por otro lado, consultado respecto de la investigación policial y judicial del caso, Federik señaló que “El tribunal pasó por falso testimonio la declaración de un testigo, yo creo que hubiéramos debido hacerlo respecto de otros. Pero bueno, el tribunal es quien decide”.
De cara al futuro, el defensor dijo: “Viene la Casación, que es una instancia donde no solo se revisa la aplicación del derecho, sino también los hechos y la percepción sobre la base de la prueba si los indicios son suficientes para mantener esta sentencia. Nosotros vamos a hacer al tribunal de Casación consideraciones semejantes respecto de los indicios que tratamos en el momento de los alegatos”.
Moncho no volverá a prisión
Moncho Palavecino no parecía comprender del todo lo anunciado por el tribunal. Avasallado por las cámaras de los medios de comunicación, sólo dijo: “Vamo’a tener que aguantar nomás”. Consultado , el defensor José Velázquez se mostró satisfecho con la sentencia, pese a que igual recurrirán a Casación para lograr la absolución del peón. “El comportamiento de Moncho es una conducta neutral respecto del hecho ilícito. Pero la sentencia le da a Palavecino una participación ocasional, secundaria, no necesaria. Como mensaje a la sociedad (de parte del tribunal) se preserva la ingenuidad”, dijo el abogado, y agregó: “Estamos contentos porque Palavecino no va a pisar la prisión”.