Todavía quedará en el recuerdo de los hinchas canallas aquel partido de vuelta contra All Boys. La derrota por 3-0 marcó el descenso y comenzó un largo camino de vuelta, una refundación del club que llegó a su fin esta tarde en Jujuy: el equipo de Miguel Angel Russo venció a Gimnasia y consiguió la tan ansiada vuelta a Primera división luego de tres temporadas. Con tres goles de Javier Toledo en apenas 16 minutos, Rosario Central consiguió el triunfo frente a Gimnasia de Jujuy que lo deja con 68 puntos, 16 más que Sarmiento de Junín (hoy en el cuarto lugar) cuando restan cuatro partidos, 12 unidades en juego. Es decir, matemáticamente imposible que el equipo de Russo no consiga su lugar en la máxima categoría del fútbol argentino. La victoria de hoy culminó un largo camino que comenzó con algunos tropiezos en el comienzo.
Tras ganar apenas tres de los primeros 13 encuentros de la temporada, y con la continuidad de Russo en duda, Central comenzó a armar el camino de la vuelta en la fecha 14º cuando derrotó a Defensa y Justicia. A partir de allí fueron 17 partidos sin perder, con 15 victorias. Russo encontró el 11 ideal, el equipo tomó la cima del torneo y nunca la largó, por eso hoy celebra. Los números a Russo lo respaldan: es el que más partidos ganó (20) y menos perdió (8). Además es el que más goles convirtió (48) y su máximo artillero es Toledo, con 10 (Rodríguez, de Atlético Tucumán es el goleador con 18).

Hay que recordar que el año pasado Central estuvo a un paso de conseguir el ascenso, pero perdió la promoción con San Martín de San Juan. El equipo que dirigió en aquel momento Juan Antonio Pizzi se cayó en las últimas fechas y perdió la chance de subir directamente. En su primer año en el Nacional B de este ciclo (temporada 2010-2011) quedó lejos de los lugares de ascenso. Aquellos equipos de Merlo, Rivoira y Palma no pudieron pelear en lo más alto.

Hoy el pasado es historia para los hinchas canallas: sólo piensan en festejar su vuelta a Primera. Con Newell´s, su clásico rival puntero del torneo Final, en Rosario todos tienen motivos para festejar