En medio del multitudinario acto que convocó a unas 70.000 personas ayer en la costanera de Paraná por los festejos del bicentenario de la ciudad -que encabezaron la presidenta Cristina Fernández de Kirchner; el gobernador Sergio Urribarri; y la intendenta Blanca Osuna- se rubricó un acuerdo para que Entre Ríos y Santa Fe, junto a la Nación, inicien el trabajo para la construcción de un puente ferrovial entre las capitales de ambas provincias.
El gobernador entrerriano, junto a su par de Santa Fe, Oscar Bonfatti, que compartió el acto en la mesa principal, firmaron junto al Secretario de Obras Públicas, José López, el convenio que establece la conformación de una Unidad Tripartita de Gestión que será la encargada de elaborar el proyecto del enlace vial que funcionará como complemento del túnel subfluvial.
Urribarri agradeció a la Presidenta por todas las obras “que han hecho Néstor y usted en Entre Ríos” y en particular “este momento y levantando la copa por una nueva conexión física entre Paraná y Santa Fe, la unión definitiva del corredor bioceánico”, recalcó.
UNIDAD. Al hacer uso de la palabra, la presidenta Cristina Fernández el “gesto de Néstor”, quien “al otro día de asumir se tomó un pequeño avión y vino a Paraná, a la provincia de Entre Ríos, devastada no solamente por una huelga docente; ésa era la punta del iceberg de lo que pasaba, era una provincia devastada en un país devastado. Él vino aquí, con su ministro de Educación, Daniel Filmus, pero no “para echarle la culpa a lo de antes”. En ese sentido, destacó: “Estamos hechos de otra pasta, para zambullirnos en los problemas y resolverlos”.
Rememoró la “historia argentina” y particularmente a “los caudillos luchando por esta franja roja que es el símbolo de Artigas, vivo en la tierra entrerriana. Ese Artigas que quería ser argentino”.
Consideró que “cuando se es legislador se acompaña un proyecto de gobierno, porque ser legislador no es integrar un rejunte de gente para ganar una elección”, porque los comicios “son un día, pero hay que gestionar los 365 días del año”.
Habló luego de la unidad de los argentinos que “no significa estar de acuerdo en todo y con todos, porque lo importante es estar de acuerdo en las cosas fundamentales, como la inclusión social y la soberanía en la decisión de los gobernantes”.
“De los 40 millones de argentinos habrá algunos que no querrán, porque no les conviene o porque no les gusta, pero yo estoy absolutamente convencida de que la inmensa mayoría de los argentinos sabe que peleados y desunidos no llegamos a ninguna parte. Lo hemos vivido, y no solamente en el pasado anterior al 2003, sino en episodios duros y difíciles que nos tocó vivir, sobre todo en lugares como aquí en la provincia de Entre Ríos”, apuntó.
LEALTAD. Como lo ha hecho otras veces, Cristina agradeció al gobernador Urribarri el “haber estado en el momento más difícil que nos tocó vivir con el Gobierno nacional. La lealtad, cuando todo va bien, es más fácil, es más cómoda, es más segura; la lealtad en los momentos de soledad es más difícil”. “Pero también tenemos que aprender de este episodio, quiénes fueron los que ganaron y quiénes fueron los que perdieron. Muy pocos y muy poderosos ganaron. Otros tal vez creyendo que ganaban llevaban a vanguardia una batalla; finalmente luego se dieron cuenta cuando les metieron las manos en los bolsillos que en realidad otros se habían quedado con lo de ellos. Es una vieja historia ésta de las divisiones de los argentinos”, afirmó la mandataria.
Pidió después “que cada uno de los argentinos se acuerde cómo estábamos antes de este 2003, cómo estaba en su empresa, en su comercio, en sus campos, con una bandera de remate en el banco Nación y un piquete en la puerta. Me acuerdo cómo nos venían a ver; y los entrerrianos que nos fueron a tirar pollos a la Casa de Gobierno. No hace falta que cuente, simplemente les pido que recuerden, pero no para darle gracias a nadie. Porque gobernar para el pueblo es una obligación que a los gobernantes nos impone la Constitución y nuestras propias convicciones también”.
“Por eso estos 200 años de esta querida Paraná, son los 200 años también de desencuentros, de marchas y contramarchas, de claros y oscuros y yo siento que tenemos por delante un porvenir venturoso si somos capaces de superar nuestros prejuicios, si somos capaces de sobreponer los intereses de la Nación y los del pueblo, que es lo mismo”, enfatizó.
Más adelante, destacó que “hay una historia oficial que no sabemos quién la escribió, pero no la pueden seguir escribiendo porque esta vez a la historia la está escribiendo el pueblo; y vamos a seguir escribiéndola. Pero debemos estar atentos, porque siempre hay intereses que van a querer dividirnos, que no van a querer una América del Sur unida, con gobiernos democráticos. Nunca habíamos logrado este grado de unidad y confraternidad entre los pueblos”.
En su discurso, destacó el “el grado de unidad, de confraternidad entre los pueblos” y dijo que si bien tuvieron “algunas bajas irreparables, y tal vez irremplazables en términos de liderazgo, siempre digo que hay que empoderar al pueblo, a las sociedad, de cada una de las conquistas, de los logros, para que no dependan de un liderazgo que siempre al estar encarnado en un hombre o una mujer tiene la finitud que tiene la vida humana”.
Luego destacó la realizado por el peronismo, que “le enseñó a la gente que “tenía derechos”, y dijo que del radicalismo “aprendimos la democracia”, tras lo cual sostuvo que “aprendimos trágicamente a partir del 24 de marzo de 1976 que junto a la justicia social y los derechos debe estar la libertad y la democracia para elegir a nuestros gobernantes como un bien también invalorable”.
La Presidenta expresó que “una gran Nación y un pueblo feliz es el legado que nos dieron tantos miles de argentinos” y agradeció el apoyo de los entrerrianos al gobierno de Néstor Kirchner y a su gestión. “A los que me quieren y no me quieren, a los que me votan y a los que no me votan, les estoy eternamente agradecida por todo lo que me han dado, porque en definitiva despertar emociones, aunque no sea el amor, también revela que algunos valores tenés”, añadió.
“Los invito a que por Paraná, por Entre Ríos, por los argentinos, por nuestra historia, ejerzamos más la virtud, el afecto y la confraternidad. Es mucho más fácil querer que odiar y además sienta mucho mejor amar que odiar”, concluyó la Presidenta.