Cuando una mujer dice no, debe ser no”, esa fue la frase que sintetizó la sentencia condenatoria a Javier Mildemberger por parte del presidente de la Sala I de la Cámara de Crimen, a la hora de anunciar el fallo que lo encontró responsable del delito de abuso sexual con acceso carnal. De esa manera el colectivero de la línea ERSA deberá purgar una pena de nueve años de cárcel, que comenzará a cumplir cuando quede en firme el fallo.
Ayer al mediodía, Mildenberger llegó acompañado a la lectura de la sentencia en el juicio que se llevó a puertas cerradas. Deberá saber él, como sus familiares, que los fallos son públicos, por lo que si bien intentó evitar que se ingresara a cubrirlo, el tribunal le rechazó el planteo.
El trabajador de La Victoria había sido acusado seis años atrás. Se consideró por parte de la Sala integrada por Daniel Perotti, Elvio Garzón y Eduardo Ruhl que quedó acreditada la situación de la violación y su posterior embarazo.
Habrá que destacar la fortaleza de la víctima, que tenía 17 años -y un coeficiente de una nena de 13- y de su familia que no avaló la idea de que abortara. Decidió que la criatura que era fruto de la violación naciera y hoy reciba el amor, contención y el afecto de toda la familia.
Quedó establecido que Mildenberger, que llevaba alumnos a la escuela de Aldea San Antonio, abusó de la menor de 17 años luego de engañarla y llevarla en el colectivo hasta un descampado, donde la violó.
El juez Perotti se esmeró para aclararle al procesado, que estaba en libertad esperando el juicio, que los especialistas alertaron que la víctima nunca mintió y dio datos de que los padecimientos sufridos en el abuso sexual fueron reales. No los inventó y de esa manera se cayó el castillo de naipes levantado “ensuciando” a la menor con un aparente consentimiento de la relación. Otro punto incontrastable fue el ADN que dio en un 99,9 % positivo al acusado.
Si bien la causa tardó seis años en tramitarse y llegar a una condena, para los integrantes del tribunal fue más que importante el aporte de los testigos, familiares y los profesionales que acreditaron los dichos de la menor que hoy ya es mayor de edad.
En su momento, los familiares de la víctima consideraron como “increíble” que Mildenberger siguiera trabajando en la hoy ERSA.
Los querellantes Jorge Sueldo y Diego Franchini se mostraron conformes con el fallo. Se indicó que la familia estará ahora más tranquila al saber que el violador irá preso.
“Castigar a la familia”
El hermano de Mildemberger se molestó al ver al único periodista que cubrió la sentencia. Reclamó que no se le sacaran fotos para no afectar a los hijos del condenado como al resto de la familia que también es suya. El pedido se formuló ante la atenta mirada de los demás integrantes del núcleo familiar del acusado, que al escuchar la sentencia dejaron caer algunas lágrimas.
Distinta fue la postura del colectivero, que no tuvo muestras de arrepentimiento o pedido de perdón a la víctima y sus familiares. Por el contrario, en el juicio dejó muy mal parada a la adolescente, a quien responsabilizó de no rechazar la relación sexual y consentirla en todo momento.