Estudiantes secundarios de Paraná han asumido la parte que les toca en el diseño de proyectos que apunten a prevenir la violencia y prácticas de hostigamiento (bullying) en el ámbito escolar.
Tras participar en un encuentro nacional de jóvenes secundarios, que se desarrolló en Embalse (Córdoba) un grupo de estudiantes de la Escuela Normal se ha convertido en promotor de proyectos educativos que apunten al debate y prevención de esta problemática, que a veces no es tomada en su verdadera magnitud.
La semana pasada mantuvieron una reunión para pulir algunas estrategias de acción en la institución educativa. Entre otras preguntas que orientan el trabajo de los jóvenes surgen inquietudes acerca del nivel de preparación de la escuela pública para afrontar la problemática; las posibilidades y límites para involucrar a los padres en las políticas de prevención; las mejores estrategias para contener a la víctima de bullying sin desatender que el agresor también está manifestando una dificultad. Pero fundamentalmente el interés está puesto en buscar canales para la educación en valores a la comunidad escolar.
Lucía Churruarín agregó al respecto que la receta central está en la enseñanza de “valores de tolerancia, de respeto, aprendiendo entre pares, ayudándonos, apostando a la solidaridad y a controlar, evitar la actitud violenta”.
Experiencia. Luz María Salinas Sosa cuenta que del foro en Embalse, al que viajaron acompañados por docentes, han vuelto “con muchas ideas, después de haber escuchado testimonios de chicos que se quiebran al contar su experiencia; a veces no se ve pero hay actitudes que duelen y tocan muy profundo”, remarcó. De estos testimonios, rescata el de una joven que fue víctima de bullying a los 10 años y que hoy, con 17, revive la angustia cuando relata lo sucedido. “Siempre la escuela minimizó lo sucedido, siempre se dijo ‘es algo de chicos, es algo normal”, advirtió.
A los fines de evitar ese ejemplo, Lucía convoca a comprender que “el chico que sufre de bullying necesita una contención por parte del docente, del adulto, también de sus mismos compañeros” y llama a no invisibilizar al agresor “porque con su actitud expresa, de alguna manera, que algo no está bien con él”.
Puesta a mirar la propia comunidad educativa en la que están insertas, Luz evalúa que “ha habido casos y la escuela respondió bastante bien, con apoyo psicopedagógico, con reuniones con los padres”. Lucía compara con otras instituciones y afirmó: “Acá en particular hay más contención de los chicos, a pesar de que hay mucha gente, no recordás todas las caras. Acá te tratan de ayudar lo más posible. En todas las escuelas pasan casos aunque por ahí sucede que no se lo nota como algo grave”, insistió.
Acción. Tras la entrevista con EL DIARIO, el grupo que viajó a Córdoba tenía prevista una reunión. Florencia Farino informó: “Estamos convocando para organizarnos mejor, para poder llevar adelante los proyectos planteados para la escuela pero también planificar acciones fuera del horario escolar”, adelantó.
“La idea es empezar a organizar actividades”, dijo Lucía y Luz añadió que el foro implicó una preparación acerca de cómo desarrollar proyectos para las escuelas: “Hemos sido protagonistas de este foro y es nuestra responsabilidad transmitir lo que hemos adquirido”.
Entienden que es complicado avanzar en iniciativas que incumban a los padres. “Es difícil regular en ese caso pero pensamos que hay cosas que tienen que ver con lo que uno aprende en la escuela, más allá de la educación de la casa”, dijo Lucía y Florencia entendió, al respecto, que tal vez la escuela pueda ser un lugar donde aprender valores “que después podamos llevar a casa, compartirlo con los padres, con los amigos. Eso tratamos de hacer”.
El encuentro
El VII Foro Regional y Nacional de Jóvenes del que participaron los 48 estudiantes de la Escuela Normal tuvo lugar en Embalse (Córdoba). Es organizado por el Colegio José Hernández de Buenos Aires y la Fundación Hernandiana, con aval del Ministerio de Educación de la Nación y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), entre otros organismos. De cada edición participan escuelas de toda la Argentina y del exterior, en particular de Chile, Brasil, Uruguay.