Según la acusación, Bruselario abusó sexualmente de tres sobrinas entre 1992 y 2004, en la localidad de Diamante, cuando las víctimas tenían entre 4 y 14 años. En ese período habría cometido casi 90 abusos sexuales.
Bruselario declaró en la indagatoria en el juicio y afirmó que las acusaciones son un invento de sus hermanas (madres de las víctimas), con el fin de quedarse con una vivienda.
Entre los testigos de la defensa se encontraron los hermanos del imputado, quienes remarcaron las características de “buena persona” del mismo. Ayer dieron su testimonio albañiles y allegados a Bruselario, quienes afirmaron que los momentos y horarios en que según denunciaron se cometieron los abusos sexuales, él estaba trabajando o en otros sitios.
Anteriormente declararon la psicóloga y la psiquiatra que entrevistaron a las víctimas, quienes afirmaron que pudieron constatar las consecuencias de los abusos sexuales en las adolescentes, y que ninguna fabulaba en sus relatos. Además, explicaron que tuvieron comportamientos característicos del Síndrome de acomodación al abuso sexual infantil, por el cual los niños víctimas de este delito logran sobrellevar situaciones de victimización reiteradas sin que se observen trastornos llamativos en la adaptación social o en el rendimiento escolar, por ejemplo.
Además, las víctimas ratificaron en sus testimonios todos los abusos sexuales padecidos durante la infancia por parte de su tío. Incluso cuando debieron prestar juramento de decir verdad al inicio de la jornada, todas se quebraron y rompieron en llanto al ver el rostro del verdugo sentado en el banquillo de los acusados.
Las hermanas, las madres y un padre de las jóvenes también prestaron declaración testimonial, y afirmaron haberse enterado de los delitos cuando las chicas se quebraron luego de muchos años de guardar silencio.
Hoy es la etapa de los alegatos: se presume que la fiscal de Cámara Carolina Castagno y el abogado querellante Jorge Sueldo efectuarán pedidos de dura condena, mientras que el defensor Ignacio Díaz sostendrá la inocencia del imputado. El tribunal de la Sala I de la Cámara del Crimen que juzga los hechos está integrada por Hugo Perotti, Marcela Davite y Daniel Malatesta.