El Vaticano suspendió hasta nueva orden al “obispo despilfarrador” alemán, monseñor Franz-Peter Tebartz-van Elst, de la ciudad de Limburgo, que había provocado un escándalo por su afición al lujo.
El papa Francisco suspendió momentáneamente al obispo de Limburg (Alemania), Franz-Peter Tebartz-van Elst -de 53 años- y abrió una investigación para esclarecer las críticas al prelado por gastar cerca de 40 millones de euros en la construcción de su residencia.
En un comunicado difundido por la oficina de prensa del Vaticano, se explica que el papa fue informado “ampliamente y objetivamente de la situación en la diócesis de Limburg, en la que se ha creado una situación en la cual el obispo Franz-Peter Tebartz-van Elst, en el momento actual no puede ejercitar su ministerio episcopal”.
Según informa la agencia EFE, el Vaticano creó una comisión que realizará “un profundo examen sobre la construcción de la sede episcopal” y señala que “en espera de resultados sobre esta investigación y las posibles responsabilidades” el vicario general Wolfgang Rösch, que tenía que haber entrado en su cargo en enero de 2014, administrará la diócesis de Limburg.
“La Santa Sede considera oportuno autorizar a Franz-Peter Tebartz-van Elst un período de permanencia fuera de la diócesis”, dice la información oficial.
En septiembre pasado, el Vaticano envió a la diócesis alemana de Limburgo al cardenal italiano Giovanni Lajolo para que investigase las reformas que implementó el obispo Tebartz-van Elst.
El pasado 21 de octubre, el papa Francisco recibió en el Vaticano al obispo cuestionado, quien llevaba varios días en Roma para poder hablar con el pontífice argentino y poder explicarle su versión de los hechos.
El escándalo estalló después de que los medios de comunicación alemanes denunciaran el lujoso estilo de vida del prelado y que las obras de su nueva residencia episcopal ascendían a 40 millones de euros, frente a los 5,5 millones inicialmente anunciados.