El crimen de Priscila Lafuente conmociona y genera estupor por lo macabro de su muerte. Pero a medida que avanza la causa, se revelan más datos que no dejan de asombrar. La madre de la nena, sospechada de ser la autora del asesinato, también podría ser investigada por el fallecimiento de otro hijo, ocurrido en julio pasado.
Se trata de un medio hermano de Priscila, quien habría muerto tras haberse "ahogado en su vómito", según le dijo a los vecinos Silvia Beatriz Lafuente en aquella oportunidad.
Frente a esta situación, los responsables de la pesquisa no descartaban anoche la posibilidad de investigar las circunstancias que rodearon la muerte del pequeño y disponer la exhumación del cuerpo para tratar de establecer si su fallecimiento fue producto de un accidente o lo mataron, publica el diario La Nación.
Para la Justicia estaría casi probado que a Priscila, la nena de 7 años cuyo cadáver apareció en un arroyo de Berazategui, fue asesinada a golpes por su madre, quien junto al padrastro intentó deshacerse del cuerpo quemándolo en una parrilla.
Según los primeros resultados de la autopsia, realizada al cadáver encontrado en el arroyo Las Conchillas de Berazategui, a la niña la mataron con golpes en la cabeza, dado que tenía un fuerte traumatismo de cráneo.
La hipótesis que maneja la Justicia, más precisamente el fiscal subrogante Carlos Riera, es que la madre, identificada como Silvia Beatriz Lafuente, una mujer corpulenta, sometió a Priscila a una feroz golpiza, que le provocó moretones y la dejó con heridas internas.
Tanto la madre como su pareja se negaron a declarar ayer ante el fiscal, durante la primera audiencia de indagatoria a la que fueron sometidos. La mujer está acusada de "homicidio agravado por el vínculo", que conlleva -en caso de ser encontrada culpable- una pena a prisión perpetua, mientras que a su pareja se le imputa el delito de "encubrimiento agravado", que tiene una pena de 1 a 6 años.
Según la autopsia, la pequeña fue quemada parcialmente post-mortem. Este resultado avala la teoría de los investigadores de que Priscila no murió en el acto, sino que fue a descansar a su cama y a la mañana siguiente los hermanos se dieron cuenta de que la chiquita estaba muerta. Cuando la madre de la nena y su pareja, Pablo Verón Bisconti, efectivo de la Superintendencia de Bomberos de la Policía Federal, actualmente en disponibilidad, comprobaron el deceso, decidieron quemarla para hacer desaparecer el cadáver.
Trascendió ayer que, en rigor, lo primero que habrían pensado la madre de Priscila y el padrastro no fue calcinar el cuerpo sino enterrarlo en el terreno que ocupaban. Sin embargo, no contaban con una pala para cavar un pozo, por lo que fueron a pedir prestada a una vecina, a quien, cuando les preguntó para qué la querían, le dijeron que era para enterrar unos vidrios.
La mujer no les facilitó la herramienta, por lo que entonces la madre de Priscila y su pareja habrían decidido quemar el cadáver, en una parrilla ubicada en la parte trasera del terreno, siguiendo la hipótesis que tejió el fiscal.
Pero las brasas no lograron el cometido que tenía la pareja, por lo que tomaron el cuerpo de la nena, lo cargaron en un cochecito de bebé y lo llevaron hasta el arroyo Las Conchillas, en donde lo arrojaron, y posteriormente fue encontrado.
Familiares de la menor y allegados a la pareja reconocieron que la pequeña era sometida -de manera reiterada- a golpes y maltrato. La nena vivía con la pareja desde el pasado mes de octubre, cuando la mujer se hizo de la custodia, que le quitó al padre biológico, quien vive en el partido bonaerense de Lanús.
Otro dato que le llamó la atención a la Justicia es que Priscila no estaba inscripta, por ende no estaba documentada, y además la abuela paterna de la niña pidió en su momento la tenencia, algo que la justicia de menores le negó.
Una de las pruebas que pesa sobre la madre y el padrastro de la niña son las filmaciones de las cámaras de seguridad del Municipio de Berazategui, en donde se los vería llevando el carrito con el cuerpo de Priscila hacia la zona del arroyo donde fue encontrado.