Los vecinos del barrio Lourdes de Paraná, ubicado en 25 de Junio al final, no quieren que los tiroteos a cualquier hora del día sean parte del paisaje. La zona siempre fue tranquila, pero desde hace un mes que “no se puede vivir tranquilo”, aseguran. Ayer en plena hora de la siesta se produjo otro enfrentamiento armado, mientras los gurises jugaban en la calle. La gente dijo basta: cortaron la calle, quemaron gomas y reclamaron que una familia a la que acusan de la violencia sea expulsada del barrio.
 

“La situación está insostenible, porque acá hay tiroteo a la noche, a la tarde, supuestamente vienen de otros barrios por los problemas que tienen, pero no se fijan si hay gente, si hay criaturas. Anteanoche (por el sábado) balearon a un hombre, yo tengo tiroteada adentro mi casa y tengo una bebé de 6 meses, tuvimos que escondernos debajo de la cama. Eran como 15 que nos tiroteaban de acá, todos los vecinos fuimos de testigos, hicimos la denuncia pero dicen que no pueden hacer nada”, contó Carina, una de las vecinas indignadas.
 

El domingo a la madrugada hubo un allanamiento y se detuvo a dos personas, pero la tranquilidad no duró lo suficiente. Ayer alrededor de las 14.30 otra vez resonaron los tiros “como en una película”, contó  un señor desde atrás de la reja de su casa.
 

“Ellos salieron a gritar con los fierros hasta la mitad (de la cintura) diciendo que nosotros éramos los que tiroteábamos, ahora dicen que son de otros barrios, entonces no entiendo, acusan a uno, acusan a otro, pero esto no se termina”, dijo la vecina.
 

Otro hombre que estaba al lado en la protesta agregó: “Esto va para un mes, desde antes de las Fiestas ya empezó, andan criaturas, ellos sacan y muestran los fierros, tiran para cualquier lado”. Ante la pregunta de porqué los violentos se la agarran con ellos, la vecina afirmó: “Porque uno defiende el barrio, uno les dice que la terminen, que la corten, porque hay criaturas, entonces ellos como no están en sus cabales, en condiciones normales, amenazan que nos van a tirotear a todos”.
 

El reclamo a las autoridades es concreto: “Nosotros pedimos una presencia policial constante o directamente que se vaya esta gente del barrio”, dijo una mujer. Otro vecino descartó la primera opción: “¡Que se vayan!”, dijo.
 

Un vecino les puso nombre y apellido a “ellos”: “Es la familia Sánchez, nosotros no damos más, viven a los tiros, queremos que se vayan. Hace como tres años que están y de donde vinieron los habían echado”. Otra mujer agregó: “No sé si es por la droga o por los problemas que tienen los hijos con los de otro barrio”.
 

“Tengo 68 años, nací acá cuando se llamaba barrio La Bolsa, y jamás pasó esto”, confesó un vecino y agregó: “Hemos sido demasiado pacientes. El problema es cómo negociás con un chico de 16 o 17 años que se droga todo el día”. Por último otro vecino de la cuadra observó un detalle: “Cada 10 o 15 minutos entra uno a comprar droga”, en la casa de la familia sospechada.

“Son propietarios”
 

Desde la comisaría 17ª se informó que el hecho de ayer a la siesta se trató de dos hombres que pasaron en una moto y efectuaron disparos a la vivienda de la familia Sánchez. Al lugar asistió el personal de Criminalística para levantar los rastros y realizar las pericias balísticas, así como también se efectuaron las actuaciones de rigor. Los uniformados le tomaron la denuncia a la esposa de Sánchez, la señora Zanabria, quien relató su versión del episodio, consignaron desde la fuerza.
 

Acerca del reclamo de los vecinos que cortaron la calle para expulsar a la familia del barrio, fuentes policiales aseguraron que sería muy difícil, ya que son propietarios de la vivienda.

Se recupera
 

Uno de los hechos que encendió la mecha de la bronca en el barrio Lourdes fue el tiroteo del sábado a la noche en que resultó herido de bala en un brazo Andrés Alejandro Leiva, de 58 años, que había salido a la vereda a tomar fresco. El hermano del vecino, que estaba ayer en la protesta, dijo que está fuera de peligro, pero todavía continúa en observación en el hospital San Martín.

El baleado se recuperó y declaró
 

El muchacho de 18 años de apellido Ledesma, quien fuera baleado el martes en uno de los tantos tiroteos ocurridos en el barrio Lourdes, se recuperó del estado crítico en que se encontraba y prestó declaración testimonial. Según informaron fuentes allegadas a la investigación, señaló a dos personas como las autoras de los disparos que lo dejaron al borde de la muerte. Se trata de los dos jóvenes que fueron detenidos el domingo por la madrugada en un allanamiento realizado por la Policía bajo las órdenes del juez de Instrucción Elbio Garzón.
 

En la requisa de la vivienda de 25 de Junio al final se identificó a todas las personas que estaban allí, y también se les practicó el dermotest a todos.