Si bien enero es un mes lluvioso, este año la cantidad de agua caída supera los valores habituales. Por otra parte, la intensidad de las precipitaciones también suele ser atípica: en poco tiempo cae mucha agua y se generan diversos inconvenientes, tanto en los ámbitos urbanos como en los rurales.
En Paraná, en la última semana cayeron más de 208 milímetros. Y la virulencia con que se desataron las últimas tormentas en la región causó importantes daños materiales en distintas localidades de la provincia.
Los especialistas vaticinan que esta situación puede persistir por lo menos una semana más, debido al ingreso de una masa de aire tropical fuerte y húmeda del norte del país y de Brasil. Las altas temperaturas generan las condiciones para que se genere humedad en el ambiente. José Luis Aiello, director científico del Sistema de Información de Bolsa de Cereales de Entre Ríos (Siber) analizó este fenómeno y comentó: “Las causas de los orígenes de las lluvias es que hay muy buena producción de humedad desde el norte, precisamente desde el Atlántico, también desde el continente, que proviene de Brasil”.
El consultor indicó que este mayor nivel de humedad impacta en el clima de Entre Ríos, Corrientes, Chaco y alguna franja de las provincias aledañas, y aseguró que estas zonas se benefician por este tipo de fenómenos.
Sin embargo, consideró que “al haber mucha humedad la descarga es más violenta”, y explicó: “Llueve una mayor cantidad de milímetros porque al haber más vapor de agua en la atmósfera que se transforma en una fase líquida, genera precipitaciones con mayor intensidad. A eso se le acoplan los fenómenos convectivos, que se dan cuando hay grandes corrientes de aire que ascienden y se registra mucha licuación en las mismas. Lamentablemente caen valores importantes de agua en escasos períodos de tiempo, que producen las inundaciones y anegamientos que venimos viendo en distintos lugares de Entre Ríos”.
El especialista señaló que se está en presencia del fenómeno de El Niño, que favorece las lluvias en Entre Ríos entre noviembre y marzo. Sin embargo, aclaró: “Estamos ante un evento Niño pero con una intensidad débil”.
Con respecto a los próximos días, pronosticó que a partir de hoy se puede esperar que cesen las lluvias, por solamente por el lapso de tres o cuatro días. “Después va a depender de cómo sea el nivel de humedad que tenga la atmósfera”, dijo, y aseveró: “En el futuro debemos esperar lluvias normales o apenas por encima de lo normal y esto va a ser muy bueno para los cultivos”.
Según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) el sábado el tiempo volverá a estar inestable.
Febrero
En referencia a febrero, Aiello manifestó que va a ser un mes con lluvias normales. “Lo que hay que tener presente es que va a haber un pulso de calor de gran magnitud y a eso hay que tenerlo en cuenta”, advirtió.
Aiello opinó que los cambios se van advirtiendo en distintos períodos que abarcan entre cinco y 10 años y en este sentido sostuvo que “en las próximas décadas se va a seguir registrando un aumento de la temperatura global y de los montos de precipitaciones, sobre todo en el litoral argentino”.
“Por ejemplo, en la región los inviernos son cada vez más benignos y las temperaturas mínimas son menos intensas”, dijo, y agregó “En el último siglo la temperatura media de la atmósfera aumentó tanto como en el último milenio: 1°. Hablamos de temperatura media”. En este sentido, aseguró que “no es algo por lo cual hay que alarmarse, sino al contrario: va a ser importante no solo para Entre Ríos sino para toda la Pampa Húmeda. Esta situación va a beneficiar los cultivos”.