Durante la audiencia, la Defensa de los imputados Jorge Raúl Cabrera y Osvaldo Omar Pereyra, formuló graves acusaciones contra el personal policial interviniente, por supuestos actos vejatorios y torturas contra sus clientes, demandando una investigación inmediata, ya que esto llevó a realizar declaraciones que van en su contra.
Los acusados, representados por el doctor Martín Clapier, de Estudio del doctor José Ostolaza, llegaron a esta instancia tras la apelación presentada al haber sido sometidos a 90 días de prisión preventiva, medida que la Defensa consideró exagerada, más aún luego de que se obtuvieran otros elementos probatorios que a su criterio beneficiaban a Cabrera y Pereyra.

Recordando el caso
El hecho que se les imputa a estas dos personas y Gustavo Orlando Degeneve (este con prisión preventiva domiciliaria por padecer un cáncer terminal), es el robo y homicidio de Raúl Delasoie de 57años, ocurrido en la madrugada del 31 de enero, en una vivienda de calle Entre Ríos, del barrio Perucho Verna, de San José.
Según se logró establecer, los delincuentes irrumpieron en la casa y mediante amenazas se apoderaron de más de 40 mil pesos y antes de huir, dispararon contra Raúl Delasoie, causándole la muerte, para finalmente escapar en una camioneta marca Chevrolet, propiedad de la víctima, que fue hallada al norte de San José.
La investigación, llevó a la detención de cuatro sujetos, uno de los cuales recuperó su libertad, quedando imputados finalmente, Jorge Raúl Cabrera, Osvaldo Omar Pereyra y Gustavo Orlando Degeneve, quedando un cuarto sujeto prófugo.
Cabe destacar que en el caso de Cabrera, indicó la Fiscalía a cargo de los doctores Juan Benítez y Sebastián Blanc, fue reconocido por la esposa de la víctima en rueda de personas., secuestrándose además documentación de Delasoie y una coupe Chevy propiedad de Pereyra, en la cual señalan se habrían movilizado los delincuentes y donde se hallaran boletas a nombre de la víctima.

La Defensa
La audiencia fue abierta este miércoles con la palabra de la Fiscalía, donde el doctor Clapier cargó duro contra la Policía del departamento Colón, sindicándolos de haber torturado a sus clientes para que confesaran lo que ellos no habían cometido y de plantar pruebas en su contra, reclamando una investigación sobre esta accionar.
El doctor Clapier insistió además en señalar que el auto que supuestamente habrían usado sus clientes para cometer el hecho, no funcionaba y eso por corroborado por los peritajes, agregando que como testimonio principal, tiene el del empleado municipal maquinista, que debió correr el auto para repasar la calle con la maquinaria, ya que este estaba descompuesto y entorpecía su labor, agregando además que era imposible que su cliente Cabrera hubiera sido reconocido en rueda de personas, ya que según señalara la esposa del hombre fallecido, los ladrones habían entrado a oscuras, con sus rostros cubierto y con linterna tipo minero, “y dijo que lo reconoció por los ojos, algo que resulta imposible con una luz en la frente”, remarcó el letrado.
También acuso a los instructores, de haber hecho firmar las actas de declaración sin una previa lectura de los testigos, muchos de ellos de humilde condición social, “situación de la cual se aprovecharon”, indicó.
El doctor Clapier recalcó que no entiende como llegaron los uniformados a relacionar a Cabrera y Pereyra, si ni siquiera se conocías y destacó que de eso hay testigos, recalcando además que al momento del hecho, sus clientes estaban en otro lugar lejano al lugar del crimen, lo que será corroborado con testigos, al tiempo que recordó el cambio de tres oficiales tras lo sucedido, dejando la duda sobre si esta medida no se debió a las irregularidades que él planteaba.
Clapier se excusó ante la jueza de Cámara, doctora Mariela Rojas de Di Pretroro, dado que insistía obstinadamente en estos elementos, a su criterio, objetivos y que demostrarían que la situación de sus representados cambió notoriamente desde la primera audiencia ante la jueza de Garantías, doctora Evangelina Bruzzo, que decidió una prisión preventiva de 90 días.
El defensor reconoció que su planteo podía ser para una etapa de elevación a juicio o de juicio, pero insistió en que se veía obligado a hacer el planteo en este momento, ya que consideraba exagerado e injusta la medida extrema.
El fiscal Sebastián Blanc, por su parte se opuso y solicitó se mantenga la medida, asegurando que cada instancia previa, cada testimonial y peritaje, se hizo con todas las garantías, ante testigos y la presencia de los fiscales, por lo que pidió la continuidad de la medida, asegurando también que se inició una investigación para establecer si realente existieron los abusos policiales mencionados.
Tras un cuarto intermedio, la doctora Mariela Rojas de Di Pretoro, comunicó que se mantendría la prisión preventiva de ambos acusados, pero por un plazo de 30 adías, de manera de dar tiempo para que la Fiscalía reúna los elementos faltantes para cerrar el caso, como serían estudios y análisis que están en manos de la Policía de Entre Ríos, por lo que ambos imputados continuarían en la Unidad Penal N° 4 de Concepción del Uruguay.