Una hipótesis va ganando fuerza en la investigación sobre el misterioso hallazgo de un cadáver debajo de un puente en el departamento Colón. Desde la República Oriental del Uruguay confirmaron que la persona hallada en el arroyo La Leche dentro de varias bolsas, desnudo y maniatado, con varios puntazos y dos balazos, es Alejandro Patricio Bonfiglio Migues, nacido el 5 de agosto de 1965 en Montevideo, y residente en Buenos Aires. Los datos de cómo fue hallado el cuerpo llevan a los investigadores a presumir que se trataría de un ajuste de cuentas y, a partir de información surgida en medios uruguayos, presumen que podría estar vinculado con el tráfico de drogas. Según indicaron fuentes judiciales, la autopsia determinó que el hombre presentaba heridas de arma blanca en distintas partes del cuerpo y dos balazos, uno en la espalda y otro en la cabeza. El cadáver estaba desnudo, envuelto en varias bolsas de consorcio y atado a la altura del cuello, la cintura y los pies. Así habría sido arrojado desde el puente sobre el arroyo La Leche, en un camino vecinal paralelo a la ruta 135, a escasa distancia del acceso al Puente Internacional General Artigas.

Estos datos son los que llevan a los investigadores a presumir que se trataría de un ajuste de cuentas y, a partir de información surgida en medios uruguayos, presumen que podría estar vinculado con el tráfico de drogas.

El hallazgo se produjo el 11 de febrero pasado y Bonfiglio Migues recién fue identificado una semana después, según confirmó el director de Criminalística de la Policía de Entre Ríos, Alfredo Colazo, a partir de la colaboración con autoridades uruguayas.

Lo cierto es que hasta el momento, ningún familiar ni allegado se ha presentado para reclamar el cadáver. “La identidad ha sido confirmada por las autoridades uruguayas, pero hasta el momento no se han presentado familiares de esta persona; ni siquiera hay certezas sobre el domicilio”, admitió el fiscal Sebastián Blanc a El Diario.

No obstante, el fiscal prefirió la cautela respecto de las hipótesis que se manejan: “Tratamos de avanzar con los datos que hemos recogido hasta el momento y tenemos algunas líneas de investigación, pero nos manejamos con prudencia”, remarcó.

La víctima

Sin embargo, desde la República Oriental del Uruguay ha surgido información que podría echar luz sobre el móvil del crimen.

Nacido y criado en el barrio de Pocitos, en Montevideo, Bonfiglio Migues llevaba un tiempo instalado en Buenos Aires y estaba prácticamente desvinculado de su familia, después de pasar algunos años en Europa.

En su adolescencia, Tucho, como le decían a Bonfiglio Migues, habría comenzado a consumir drogas y, a raíz de ello, se desvinculó de su familia, aunque nunca rompió totalmente los lazos. Vivió en España e Italia y habría estado detenido en ambos países por problemas relacionados con su adicción a las drogas.

En 2012 se radicó en Milán, donde fue apresado por la Policía italiana. Cuando recuperó su libertad se mudó a España y allí también tuvo problemas con la justicia. Entonces se instaló en Buenos Aires, donde gozaba de una buena situación económica pese a que no se le conocía ningún tipo de trabajo formal.

El fiscal Blanc confirmó que no pesaba ninguna requisitoria judicial sobre Bonfiglio Migues en la Argentina. De hecho, el hombre viajaba periódicamente a la República Oriental del Uruguay. El último registro de ingreso al país, procedente de Uruguay, está registrado el 28 de diciembre. No volvió a cruzar las fronteras, al menos por pasos legales, según los datos de la Dirección Nacional de Migraciones.

El cadáver de Bonfiglio Migues apareció el 11 de febrero, casi de casualidad, por dos personas que buscaban a un hermano con problemas de depresión. Fueron ellos quienes dieron aviso a la Policía sobre el hallazgo en el arroyo La Leche, tras constatar que no era su pariente. En su última actividad en la red social Facebook, registrada el lunes a las 18.35, comenta entre sus contactos que estaría de vuelta el miércoles. Esa alusión lleva a presumir que estaba de viaje y que su destino final era Buenos Aires.

A la vez, este dato coincide con otro que surge del resultado de la autopsia: por el estado en que se encontraba el cuerpo, los médicos forenses estimaron la data de muerte entre 24 y 48 horas antes de hallazgo.

Lo cierto es que los investigadores tienen muchos interrogantes. “Estamos en los primeros momentos de la investigación y recién a partir de saber quién era esta persona estamos tratando de reconstruir sus últimas actividades y relaciones. Pero se hace difícil ubicar a esta persona en Argentina: no sabemos a qué se dedicaba, a quiénes frecuentaba, ni qué relaciones tenía”, admitió una fuente policial.

Un dato que llamó la atención fue que los investigadores apelaron a la misma red social Facebook para contactar a sus allegados, aunque hasta el momento ningún familiar se ha puesto en contacto con la Jefatura Departamental de Policía de Colón, ni con la Fiscalía a cargo de Sebastián Blanc.

Novedoso sistema de identificación

Para establecer la identidad de Alejandro Patricio Bonfiglio Migues, la Dirección Criminalística de la Policía debió apelar a un novedoso sistema para la reconstrucción de las impresiones dactilares, dañadas por el efecto del agua.

Los peritos realizaron una maceración de tejidos dérmicos y epidérmicos para reconstruir las impresiones de las huellas dactilares y luego las cargaron en un sistema que les permite compararlas con distintas bases de datos.

Se trata del sistema AFIS (Sistema Automático de Identificación de Huellas Digitales, por sus siglas en inglés), un registro de comparación de huellas dactilares que funciona mediante un software especial y permite el archivado digital de huellas dactilares y la comparación inmediata de las que se vayan recogiendo (sea en forma directa, por toma a las personas o por el escaneo de muestras tomadas en escenas del crimen).

“Para dar con la identidad de la víctima pedimos colaboración a policías de países limítrofes y nos dio resultado en Uruguay”, confirmó el director de Criminalística, Alfredo Colazo.